Emilio Vargas, reconocido sociólogo e investigador de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), recibió de forma compartida el Premio Nacional de Investigación Cultural Luis Ferrero Acosta de los Premios Nacionales de Cultura otorgado por el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), el pasado 6 de febrero.
A Vargas Mena se le adjudicó este premio por su trabajo Los pueblos indígenas frente a la conservación moderna en Costa Rica (1970-2020). Colonización y resistencia. Este galardón reconoce la obra del sociólogo que contempla una investigación de gran amplitud, la cual incluye una importante orfebrería teórica e histórica, con un exhaustivo trabajo de campo y de archivo, cuyo objeto de estudio abarcó seis áreas silvestres del país y cinco sociedades indígenas insertas en estos sitios históricos como son los pueblos indígenas bribri, cabécar, maleku, brunca y chorotega.
“Tengo una relación con el mundo indígena muy personal, debido a que mi abuelita materna fue indígena huetar. Entonces yo relaciono el énfasis que tuve en esa temática con ese hecho, y también mi compromiso que al final se refleja en el trabajo publicado en este libro”, indicó Vargas.
La investigación se dio en el marco del Posgrado Latinoamericano de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la UNA. Inició en 1999, ante la solicitud de un grupo de estudiantes de distintos países para la conformación de un curso que abordara la relación entre pueblos indígenas y áreas protegidas. El curso inició en el año 2000 como un curso de posgrado y se ofreció hasta el 2015. La investigación contempló dos fases: la primera durante cada curso (visitas, lecturas, artículos cortos, discusiones) y la segunda, de mayor intensidad (trabajo de campo, de archivo, y preparación y edición de borradores) a partir de 2015, cuando Vargas finaliza su trabajo como académico en la UNA.
El sociólogo reconoce que lo más significativo de su obra reside en los descubrimientos en torno a la administración de las áreas protegidas escogidas y a la respuesta de los pueblos indígenas. También valora el registro de datos sobre el racismo, discriminación y pérdida de territorio de estas comunidades, por efectos de la invasión y colonización occidental. Vargas describe su obra de la siguiente manera: “mi trabajo no es una investigación cultural ‘pura’, enfocada solo en el patrimonio cultural, eso me hubiera desviado del racismo y la discriminación. Mi investigación es sociología crítica del poder y de la colonización, integrando factores políticos, históricos, ambientales y culturales”.
Sumado, el investigador detalla que otro punto importante es la inclusión de cinco pueblos indígenas, dejando a dos comunidades por fuera, dado la amplitud del trabajo, siendo estos grupos que no entraron en el libro: los Huetares de Zapatón y el Parque Nacional La Cangreja, y los Ngöbe Buglé de Alto Laguna y el Parque Nacional Corcovado.
“Siempre hice mi investigación sin esperar nada (…) Estoy contento que el libro haya obtenido ese premio, sobre todo porque, ojalá, me parece que el premio va a significar que más personas lo lean. En realidad, el premio fue gracias a la Maestría de Vida Silvestre, por su enfoque de campo, que me cambió la perspectiva sociológica tradicional confinada en las aulas. Lo asumo como un reconocimiento al posgrado en Vida Silvestre, a esa maestría de nosotros en la UNA”, declaró el sociólogo.