Cultura

El baile pictórico de la naturaleza

Desde lo abstracto, el artista Javier Martén rinde tributo a lo frágil y a lo resiliente del mundo natural.

Un coro de movimiento es lo que ofrecen las 41 obras que el artista Javier Martén muestra en la exposición Diversa Naturaleza, en el Museo Calderón Guardia.

A él le gusta hablar de una estética biomórfica, que desde lo abstracto remite a elusivas figuras de plantas o animales. Al mismo tiempo, sin embargo, este movimiento parece de líquidos, un sumergirse en el mundo de lo unicelular.

En fin, con estas obras pasa lo que pasa con todo el arte, sin importar formatos ni cánones, desde que hace 45 mil años alguien pintó un cerdo salvaje en una gruta de Indonesia: la obra no está completa hasta que alguien se expone a ella y hace su lectura. Es algo que Martén tiene claro, cuando reconoce que “la pintura que hago es libre de interpretar”.

La comprensión de esa realidad, sin embargo, no se ha interpuesto en el camino de una vocación: “siempre he tratado de interpretar la naturaleza pero en una forma abstracta, sensorial, su forma de movimiento, los sonidos, todo lo que se percibe de ella”, confesó el artista.

 “Toda mi carrera he estado siempre en contacto con la naturaleza”, Javier Martén.

Según detalló, encuentra otros motivos para pintar no necesariamente en “un parque nacional en una selva”, también en el contraste del cielo con la tierra, el fondo del mar o la perspectiva de un ave sobre la Tierra.

“Mi obra es una síntesis de la percepción de la naturaleza, la vida y el mundo”, precisamente, “el mundo de lo tangible y al mismo tiempo de lo efímero de los bosques de Costa Rica, es el que traduzco en formas sensuales y en metáforas mediante la pintura”, cita Javier Martén en un comunicado oficial.

El artista explica que su lenguaje abstracto “abarca grandes espacios, como el viento cuando sopla sobre los árboles, en esa constante irrupción de vida y término de la misma”. Quizás por eso es que “las morfologías que represento en el lienzo son rutas hacia la libertad y sus espacios y tiempos, llenos de color y misterios a ser descifrados”.

Se inspira para ello en “los colores de la naturaleza, la topografía de los territorios naturales, la fractalidad de los ríos, caminos y vegetación frente al movimiento de la luz y el agua”.

“Te Quiero Azul”, obra producida este año, ofrece un ejemplo de la estética ya usual en este artista pero deja percibir una evolución ante la ausencia del plano de fondo, esencial en otras de sus pinturas. (Foto: Javier Martén).

Formas y diversidades

El artista relató que “desde pequeño” siempre tuvo afinidad por el arte, pero que fue a partir de 2011 que empezó a desarrollar una carrera profesional.

Pero, ¿cuál es el origen de su interés pictórico particular? Martén responde que es arquitecto paisajista, por lo que “toda mi carrera he estado siempre en contacto con la naturaleza”.

Sus pinturas, de mediano y gran formato son elaboradas con acrílico y óleo principalmente y prefiere desarrollarlas en dos planos. Primero, el de fondo, usual pero no imperativamente llevado a cabo en un entorno natural. El segundo plano es el que ofrece una estética más particular de esa pictórica que Martén llama biomórfica y que abre puertas a un camino más psicodélico.

Juega mucho Martén con objetos, manchas, colores, profundidades.

“A veces se traslapan, a veces el primer plano (de fondo) queda como la pintura final y a veces más bien la segunda parte la hago sobre un fondo blanco”, comentó.

También describió su baile de formas como una posible interpretación de la física cuántica —esa que estudia el mundo a escala atómica—, “todo lo que no conocemos pero que está ahí, que se percibe, podemos ver algunas cosas con un microscopio, pero otras ni siquiera podemos ver que van más allá”.

De esa manera, insiste en representar “los movimientos biomórficos (arte que se expresa a través de las formas de la naturaleza) de la naturaleza, que no tienen esquinas, que no son planos sino que tienen ese movimiento microscópico”.

Y ¿el público que aprecia sus obras aprende a valorar la naturaleza?. “Esa es mi idea”, dijo y refirió a un elemento más que a su manera ha buscado retratar: “en muchas de las pinturas se puede percibir la naturaleza sufriendo, como llorando, eso se debe al ser humano que la maltrata, pero la naturaleza siempre vuelve a renacer”.

La mayoría de las 41 obras expuestas son nuevas, pero Diversa Naturaleza incluye trabajos desde 2012 hasta la última muestra en la que participó, en Casa América, Madrid, en 2019.  El Museo Calderón Guardia se puede visitar de lunes a sábado, de 9 a.m. a 5 p.m.

 

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