Cultura

Don Giovanni, depredador impenitente que merece prisión

La Compañía Lírica Nacional trae al escenario al mítico personaje que anota en una lista_las_miles de mujeres seducidas y desechadas por su poder de macho.

En tiempos del #metoo (yo también) y el #timesup (hasta aquí) que se alzan contra la violencia y el abuso sexual machista, la Compañía Lírica Nacional (CLN) apuesta para su producción anual por Don Giovanni, ópera con música de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y libreto de Lorenzo da Ponte, que se estrenó en su primera versión en Praga en 1787.

Considerada una de las óperas culminantes de Mozart, este Don Giovanni proviene de la dinastía de los “donjuanes” de Tirso de Molina y Molière del siglo XVII, en la cual se narran las (malas) aventuras de un mujeriego mentiroso, amoral, libertino e impenitente que busca a las mujeres para seducirlas y luego abandonarlas sin el menor reparo.

El compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart, creó la música de Don Giovanni con libreto de Lorenzo da Ponte . Foto: Retrato póstumo, obra de Barbara Krafft, 1819.

El director de la CLN, José Manuel Aguilar, calificó a Don Giovanni como una obra ciertamente misógina, tema muy delicado y fuerte que, según aclara, la institución no estimula ni acompaña, sino que más bien “nos pone a nosotros como sociedad a reflexionar sobre lo que sucedía hace 400 años y aún hoy”.

“La misma ópera tiene un desenlace y es el castigo de Don Giovanni, que, aunque este no se arrepiente, sí asumió el costo. Así está escrita y es una obra maestra”, señaló Aguilar.

De acuerdo con Aguilar, la obra se lleva a escena porque en los 38 años de historia de la CLN solamente se han producido dos títulos de Mozart: Don Giovanni, en 1987, para el bicentenario del estreno de la ópera, y Così fan tutte, en el 2009.

Asimismo, la ópera guarda un lugar especial en el repertorio mozartiano del género “por el estilo, la estilización, el uso que le dio a los instrumentos y a las voces, y por el trabajo tan perfecto y tan bien escrito que, además, tiene toda la música de Mozart”.

También Aguilar destacó la necesidad de producir obras de este nivel, ya que les permiten crecer a los cantantes nacionales, quienes en este montaje interpretan casi en su totalidad las voces de los personajes, a excepción del tenor mexicano David Echeverría.

“Muy pocas veces se ha hecho una producción con todo el elenco costarricense y estamos conscientes de que hay una gran generación de cantantes ticos muy capacitados, que han estudiado mucho, se han especializado en el exterior y son de primer nivel, con mucha trayectoria en los últimos años”, puntualizó Aguilar.

Otra de las razones para escoger Don Giovanni es por ser considerada una ópera culmen, que fue compuesta cuatro años antes de la muerte del compositor austríaco, a sus 35 años.

Retrato del cantante de ópera italiano Giovanni Mario (1810-1883) como el Don Giovanni de Mozart.

Voces nacionales

Con la participación de 32 cantantes en escena y 60 instrumentistas, Don Giovanni cuenta con las voces líricas del barítono José Arturo Chacón como Don Giovanni, la soprano Ivette Ortiz como Donna Anna, el bajo barítono de México David Echeverría como Leporello, la soprano Sofía Corrales como Donna Elvira, el tenor David Astorga como Don Ottavio, el bajo José Gabriel Morera como Il Commendatore, la soprano María Rudín como Zerlina y el barítono Kevin Godínez como Masetto.

En entrevista con Chacón, este se refirió al personaje que interpreta como una persona libertina, sin límites y obscuro, para el cual, incluso, enfrentarse a la muerte es un reto más, pues no siente miedo.

“En el texto dice: ‘de cobarde no me van a tachar y no me arrepiento’. En la actualidad hay muchos temas delicados con respecto a este tipo de personajes, a este tipo de comportamientos y las libertades que se toman”, expresó Chacón.

El barítono puso de relieve que Mozart posee “algo muy mágico”, ya que su música está relacionada con la psicología del personaje. “En los conjuntos, aunque estén cantando juntos, en la melodía de cada uno se puede sentir la psicología de cada quién. Así, entre más uno estudia y entra en la partitura, más comprendo al personaje”, precisó.

La soprano Ivette Ortiz, quien interpreta a Donna Anna, reconoció que Don Giovanni posee un “magnetismo innato que las mujeres no pueden resistir, que no es que está bien”, y, al cotejar la historia que representa la ópera mozartiana con la problemática actual de violencia y abuso sexual de los hombres hacia las mujeres, dijo que era la misma.

“Los ‘Don Giovannis’ solo tienen otro nombre: un hombre que busca seducir a las mujeres sin ir a nada más y una mujer que, por caer en el placer, se olvida de su integridad y de qué viene después”, declaró.

Para la soprano Sofía Corrales, quien encarna a Donna Elvira, hoy en día es muy discutible la forma en que se manifiesta este personaje; sin embargo, sirve para reflexionar y hacer introspección.

“Nosotros en la vida real decimos que en algún momento tiene que sentar cabeza porque las mujeres somos más que eso, somos personas, somos valiosas, somos más que el objeto de diversión”, sentenció Corrales.



Qué: Don Giovanni, música de W. A. Mozart y libreto de Lorenzo da Ponte.

Quiénes: Compañía Lírica Nacional, Orquesta Sinfónica Nacional y Coro Sinfónico Nacional

Dónde: Teatro Melico Salazar.

Cuándo y hora: jueves 26 de julio, a las 7:30 p.m.; viernes 27 de julio, a las 7:30 p.m.; domingo 29 de julio, a las 5 p.m.; y martes 31 de julio, a las 7:30 p.m.

Precios: de ₡25,000 a ₡7,000 con un 20% de descuento para ciudadanos de oro y estudiantes que presenten su carné en ventanillas y puntos de venta.



Entrevista a Arthur Fagen, director de orquesta

Don Giovanni “es -mucho- una persona #metoo”

Don Giovanni, con música de W.A. Mozart y libreto de Lorenzo da Ponte, es la segunda ópera que Arthur Fagen (Nueva York, 1951) dirige en Costa Rica. La primera fue La Traviata de Giuseppe Verdi, el año pasado.

El director de la Compañía Lírica Nacional, José Manuel Aguilar, manifestó su complacencia de traer de nuevo a Fagen por los excelentes resultados obtenidos de la producción anterior.

En Costa Rica, Fagen estará a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional y del Coro Sinfónico Nacional.

En la actualidad es el director principal del Atlanta Opera House y tiene a su haber más de ochenta títulos operáticos que ha ejecutado alrededor del mundo.

El director de orquesta estadounidense, Arthur Fagen, dirige por segunda vez a la Orquesta Sinfónica Nacional para el montaje de Don Giovanni.

En esta época de los movimientos del #metoo y #timesup, ¿cómo analiza a Don Giovanni?

–Es una persona completamente inmoral. Había dos versiones de Don Giovanni, una que se estrenó en Praga que era un drama jocoso, lo cual significa que de algún modo es una comedia y una obra sobre la moralidad, dándole esa perspectiva; y la segunda vez, que fue hecha en Viena, es una versión que se deshizo del epílogo, donde todos (los personajes) vuelven y cantan que Don Giovanni es una persona terrible que se fue al infierno y vamos a seguir con nuestras vidas. Entonces se convierte en una tragedia.

¿Se merece ir al infierno?

–Depende si crees en la pena capital. Si crees en la pena capital, se lo merece, pero, si no crees en la pena capital, merece ir a prisión porque mató a alguien.

Don Giovanni juega con las mujeres…

–Todo el tiempo.

Es un mujeriego.

–Así es. Hay una completa claridad desde el inicio, cuando trata de tener sexo con Donna Anna, aunque no hay elementos de parte de ella que muestren que están teniendo una relación consensuada o no. Si lo tomas en el sentido literal, Don Giovanni la está tratando de violar y en este caso es un criminal.

¿Don Giovanni persigue a las mujeres, las seduce y luego, cuando las “consigue”, las deja botadas como si fueran objetos?

–Es -mucho- una persona #metoo.

Según especialistas de la ópera, Don Giovanni se destaca porque logra una compenetración singular entre la música y el texto.

–En esta ópera hay una correlación más cercana entre el personaje de la música y lo que pasa con las palabras. Por ejemplo, si escuchas a (Gioachino) Rossini no comprendes el contexto dramático sin las palabras, y en Don Giovanni la música te da el carácter del drama.

¿Y en relación con la música y los personajes?

–Por ejemplo, la música de Zerlina es muy inocente y dulce, la primera aria de don Giovanni muestra que es un hombre con una energía y libido increíble, tiene un tremendo poder; además, la música de Elvira es claramente una música de una mujer que ha sido despreciada por su amante. Encuentras una gran correlación en Don Giovanni de la música con los personajes y su situación dramática, mucho más que en las óperas antecesoras.

¿Y la fusión de la ópera entre lo dramático, la comedia y lo sobrenatural?

–Sí, al principio de la obertura te da una referencia de la escena final del Comendador de lo sobrenatural. Lo escuchas muy al inicio y después de dos minutos de la obertura no lo vuelves a escuchar sino hacia el final del segundo acto, cuando el Comendador aparece en el cementerio. Hay un dueto entre Leporello y Don Giovanni donde, a pesar del estado de la situación, ese es un lugar donde la música es casi una música de comedia.

¿Leporello es como una especie de alter ego de Don Giovanni?

–Le gustaría ser como Don Giovanni. Leporello es un personaje completamente amoral, no tiene moral, porque, cuando en el aria del catálogo lee el catálogo de todas las conquistas de Don Giovanni, no lo hace con simpatía hacia Elvira, sino que es como: “mira lo que hizo mi jefe”.

¿Es Don Giovanni un antihéroe?

–Depende de tu punto de vista, si crees que un gran conquistador de mujeres y una persona con tremendo carisma es un antihéroe. Para mí no los es porque tiene cualidades muy poderosas, y para mí el antihéroe no tiene esas cualidades poderosas, carismáticas y enérgicas. No lo veo como un héroe tampoco, sino como el macho que pone el poder en la dirección equivocada.



 

 

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