Cultura

Defensa apasionada del español en tiempos de Internet

El octavo Congreso de la Lengua Española reunió, en Córdoba, Argentina, a 250 ponencias sobre el castellano y reafirmó el poder del panhispanismo como fortaleza de 577 millones de hispanohablantes.

El defensor es un libro raro, exquisito y convertido hoy en una una joya inencontrable, que parece tener la influencia del alto mandato que una vez Frederick Nietzsche le diera a los filólogos, en el sentido de que han de ser maestros de la lectura y la escritura lenta. En esta obra el poeta Pedro Salinas reafirma, en su discurso del 24 de mayo de 1944 en Puerto Rico, su amor eterno y su defensa sin límites del castellano, al exclamar: “Mis títulos no son de sabio, son de enamorado”.

Enamorado de un idioma que entre el 27 y el 30 de marzo de 2019 celebró, en Córdoba, Argentina, el octavo Congreso Internacional de la Lengua Española, en el que se discutió sobre los desafíos que hoy enfrenta el español en un universo dominado por el Internet.

El Congreso contó con una amplia participación congregada en varios puntos como el Teatro Real de Córdoba y fue cubierto por 400 periodistas. (Foto municipio de Córdoba).

Este congreso convocó a 250 ponentes de 32 países, en el que estuvieron presentes personalidades del ámbito castellano como el Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, y el director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado.

Entre los muchos temas tratados estuvieron la unidad y diversidad del español, el mestizaje lingüístico, las lenguas precolombinas, la función de las Academias, el lenguaje inclusivo, las traducciones, el periodismo, la ciencia en español, la inteligencia artificial y el lenguaje jurídico.

Basado en el lema “América y el futuro del español. Cultura y educación, tecnología y emprendimiento”, el Congreso destacó el panhispanismo y confirmó la influencia de las 21 Academias de la Lengua.

LA ARQUITECTURA

El viejo lema de que para romper las formas primero hay que conocerlas, se volvió más actual que nunca en relación con el Glosario de términos gramaticales (GTG) que presentó el académico de la lengua Ignacio Bosque, quien en 2010 había coordinado el monumental proyecto de la Nueva Gramática de la Lengua Española.

Respecto al Glosario, Bosque explicó que es un “pequeño diccionario de gramática” dirigido fundamentalmente a los profesores de enseñanza media de todos los países hispanohablantes, pero también a los alumnos universitarios de los primeros cursos, a traductores, periodistas y otras muchas personas relacionadas profesionalmente con la lengua española.

El libro incluye 500 términos gramaticales que son de gran valor para quienes trabajan con la lengua, dado que es muy importante su funcionamiento, según Bosque.

“La gramática es la arquitectura de la lengua”, destacó el académico, quien precisó en que “el objetivo de la obra es aprovechar el amplio bagaje conceptual y terminológico de nuestra tradición gramatical y completarlo con algunas nociones de uso generalizado entre los autores contemporáneos. Deseamos que el GTG sea una guía, además de un plano”.

Muñoz Machado, por su parte, resaltó los numerosos y trascendentes proyectos que han trabajado las Academias de la Lengua, como la edición conmemorativa de Rayuela, de Julio Cortázar, novela sobre la que Vargas Llosa dijo en el Congreso que no era la mejor obra del escritor argentino.

También se han elaborado, siempre de acuerdo con Muñoz Machado, el Diccionario fraseológico panhispánico, el nuevo Diccionario escolar panhispánico, el Diccionario panhispánico del español jurídico, el Libro de estilo de la lengua española.

De igual forma, se recordó que está en curso la 24 edición del Diccionario de la lengua española, cuya versión será digital, así como una nueva edición del Diccionario panhispánico de dudas.

La versión de Rayuela, con la portada original elegida por el autor en 1963, fue presenta en el Congreso. (Foto Internet).

A la mar

En el Congreso también se firmó un convenio entre el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Caro y Cuervo (Colombia) y el Centro Cultural Inca Garcilaso (Perú), con el objetivo de impulsar el proyecto Canoa, que buscará fortalecer la presencia del castellano en el mundo.

Se eligió esa palabra porque está considerada por los especialistas como la primera que adoptó el castellano tras el desembarco de los españoles en América en 1492.

Con base en esta iniciativa, se pretende que los países hispanoamericanos coordinen esfuerzos para fortalecer la presencia del castellano, primero entre las naciones iberoamericanas y luego en otras latitudes.

El gran propósito del proyecto Canoa será trabajar en pro de que la cultura del español tenga una mayor visibilidad en el mundo y para ello las referidas organizaciones consideraron oportuno aunar fuerzas desde diferentes trincheras.

En la actualidad, la Real Academia de la Lengua (RAE) tiene conciencia de que el poder del castellano está fuera de España, lo cual ha llevado a una democratización de la lengua, dado que en décadas pasadas la relevancia de las Academias de la Lengua Española, agrupadas en la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), era menor.

Según datos del Instituto Cervantes, se considera que en el mundo hay 577 millones de hablantes del español y que en relación con el uso en Internet, el castellano es la tercera lengua en importancia, detrás del inglés y del chino mandarín.

De acuerdo con dicha información, que se compiló en el informe “El español en el mundo”, el 7,6 por ciento de la población mundial se comunica en castellano y en los Estados Unidos el 17, 8 por ciento de la población habla el idioma castellano.

Con el objetivo de fortalecer el español, tanto en la red como en el ámbito cultural, es que impulsarán el proyecto Canoa.

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, dijo en el Congreso que Rayuela no era lo mejor de Julio Cortázar. (Foto La Razón de España).

La sencillez

Las Academias de la Lengua, preocupadas porque cada vez se escribe más en diferentes plataformas, presentó el Libro de estilo de la Lengua Española según la norma panhispánica, obra que estuvo a cargo de Víctor García de la Concha, presidente honorario de la RAE, y que contó con la colaboración de Mario Tascón, de la Fundación del Español Urgende (Fundeu).

En el foro dedicado a este libro, durante el Congreso, intervinieron Soledad Puertolas, académica de la lengua, Álex Grijlemo, director de la Escuela de Periodismo de El País, y el escritor argentino Jorge Fernández Díaz.

El libro es un manual de corrección y estilo en el que se muestran los cambios que se han registrado en aspectos léxicos, gramaticales y ortográficos, y además presta una especial atención a lo que sucede en el mundo digital.

Existe claridad de que cada vez se escribe más en las plataformas de Internet, pero no hay constancia de que cada vez se escriba mejor, sino posiblemente lo contrario. Con ese norte es que el Libro de estilo de la Lengua Española busca hacer una contribución, destacaron los presentadores de la obra en Córdoba.

Para Grijelmo, según refiere el portal de la RAE, “en la música cada cual puede tener su estilo, pero las notas han de concordar” y por esta razón “este libro nos enseña a no desafinar”.

Tascón, entre tanto, dijo en dicho foro que “actualmente hay una preocupación por escribir bien y un propósito de mejorar en la escritura”.

El moderador Díaz fue más allá al advertir de que “la ortodoxia del lenguaje debería enseñarse como se enseñan las matemáticas, puesto que es una herramienta para aprender a pensar. Todavía escribir bien sigue siendo más importante de lo que creemos”.

Para fomentar la claridad en el uso de la lengua española se presentó el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, el cual nunca se había concebido de tal manera, puesto que anteriormente lo que existían eran esfuerzos que solo abarcaban algunos países, pero nunca el conjunto del ámbito panhispánico, como lo destacó Muñoz Machado.

La obra la componen dos volúmenes, aunque todavía falta la digitalización de dicho diccionario.

Revolotea en el aire

Tras cuatro días de ponencias, foros y discusiones, en el aire quedó la sensación de que el castellano tiene larga vida y que va por un buen camino, siempre y cuando los hispanohablantes se den a la tarea de cuidar ese tesoro exquisito que es su lengua.

El secretario de la Asale, Francisco Javier Pérez, recogió con sus palabras gran parte del espíritu que predominó en el Congreso: “Sin panhispanismo no es posible hoy llegar a ningún acuerdo en materia de comprensión, descripción y divulgación del español. Sin panhispanismo no sería posible la propia Asale, pues todos sus empeños institucionales son fraseados y ejecutados para mantener activo el principio de que el español es grande por su diversidad y de que ninguna modalidad del español debe brillar por encima de otra”.

El castellano, esa patria común de los hispanohablantes, ha de cultivarse como lo aconsejaba Salinas hace ya 75 años en el discurso que diera en Puerto Rico, en una escala de su entonces exilio:

“Está el hombre junto a su lengua como en el margen de un agua en estanque que tiene en el fondo joyas y pedrería, misterioso tesoro celado. La mirada no suele pasar del haz del agua, donde se reflejan las apariencias de la vida, con belleza suficiente. Pero el que hunda la mano, más allá, más adentro, nunca la sacará sin premio. Y por eso, por esa persuasión, así ganada en treinta años de práctica gustosa, más enamorada, del idioma, quisiera hacer sentir a otros lo que yo sentí, invitarles a ese trato, atento, delicado y sin prisa con las aguas hondas de su lengua materna. Así quizá me justifico por haber elegido este tema -Defensa del lenguaje-, sin más títulos de especialista. En todo caso, mis títulos no son de sabio, son de enamorado”.

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