Cultura

Cuando despierte la clase trabajadora

Exposición del artista Carlos Llobet en la Galería del Consejo Universitario muestra la vida a ras de calle.

Cuando despierte, no va a aguantar la nuca, ni la rodilla ni el empeine izquierdo. Parece derrotado por la vida, crucificado en licor.

Desde lo que puede ser una parada de bus, ese señor etílico abre como una bofetada la exposición El Antiguo “Nuevo” Normal, de Carlos Llobet, accesible virtualmente a través de la Galería del Consejo Universitario.

Se trata de una colección de litografías emanadas de lo más urbano de la capital, una ciudad de caras largas y oficios ingratos. Las realizó entre 2017 y 2020, mientras cursaba una maestría en Búfalo, Nueva York. “Estas no son mi trabajo de maestría, sino lo que estaba haciendo para desahogarme del trabajo de maestría: hacía grabados para desahogarme del trabajo de grabado”, se rió.

 “…La gente trabajadora es la más afectada por la pandemia, más que la gente de plata que va a vacunarse en Estados Unidos”, Carlos Llobet.

El título de la muestra obedece a que originalmente Llobet la concibió como una reflexión respecto del “nuevo normal” que significó el golpe en el nivel de vida estadounidense de la recesión económica de 2008: “mi intención es mostrar como ese “nuevo normal” no es nuevo en América Latina”, dijo.

Ciertamente, en el contexto actual hablar de “nueva normalidad” más bien suena a todos los cambios en la vida cotidiana a causa de la pandemia. Desde ese punto de vista, la exposición habla con un dejo nostálgico, pues muestra esa normalidad que se nos fue.

Llobet reconoció la “visión prepandémica”, pero notó que “la gente trabajadora es la más afectada por la pandemia, más que la gente de plata que va a vacunarse en Estados Unidos” y por ello, según razonó, su exposición “puede interpretarse como una representación de la gente trabajadora, la más afectada por la pandemia, es la primera que pierde el trabajo”.

El día a día

La litografía es una técnica de grabado que consiste en el trazado de un dibujo o cualquier otra obra en una piedra calcárea  (o una plancha de metal), para luego estamparlo.

A Llobet le atrajo porque “es una técnica que en Costa Rica se usa muy poco”, ya que según explicó requiere materiales muy específicos. “Quería profundizar un poco más en la técnica y  las posibilidades que ofrece”, pues “la cualidad de la litografía es que uno dibuja sobre una piedra y el trazo se traslada perfectamente, como si fuera uno a reproducir un dibujo en grafito”.

También dijo que le atrajo la estética particular que produce. “Estamos bastante acostumbrados a ver dibujos, es como hacer la traducción de un dibujo a un grabado y hacer una reproducción sobre esas imágenes”.

“Viendo al Futuro 1”, la primera de tres piezas protagonizadas por menores de edad. (Foto: Carlos Llobet).

Una herramienta que incorpora en al menos dos de las piezas es la llamada barra Tusche, la cual se diluye en alcohol o agua destilada, se aplica con pincel y “queda como acuareleado. Me costó bastante lograr que quedaran bien las impresiones, porque es muy sensible, si se pasa la cantidad de ácido, se perdía la imagen, si no era suficiente más bien se ponía negra. Entonces hay que tener cierto cuidado para que quede bien, es una técnica que creo que aquí nadie utiliza”.

Por otra parte, Llobet también se refirió al proceso de captar las imágenes en la calle. “No tengo carro, me gusta mucho caminar por la avenida Central y ver la gente”. Algunas veces se lleva el recuerdo en la mente, en otras se ayuda con fotografía. Esa mezcla crea “un imaginario de escenas que tal vez todo el mundo ha visto en algún momento, pero no sabe dónde. Es lo que trato de lograr  porque son imágenes que me quedan en la cabeza, que llego a plasmar y si a veces no lo logro, busco fotos de referencia, para agregar elementos que hagan falta, o gente de fondo”.

Dentro de la muestra se exhibe una serie titulada Viendo al Futuro, en que los protagonistas son niños y niñas, de caras desconcertantemente largas y serias en medio de un contexto de juego.

Según Llobet, se trata de un “subtema” que referencia su experiencia de haber impartido clases de arte en una comunidad en riesgo en Goicoechea, “todos esos niños tenían anhelos y esperanzas ante el futuro, pero por las circunstancias en las que viven puede que no lleguen a cumplirlas”, lamentó.

Hacia el final de la exposición se destacan unos trabajos que involucran el uso de acuarela particularmente para destacar las bolsas plásticas que carga la gente y que también relaciona con la clase trabajadora.

“La bolsa plástica es tan común y tan visible, representa quizás las ansias que tenemos por surgir un poco más, como anhelos que tenemos, pero a la vez nos mantiene muy abajo, con las cosas que cargamos todos los días”, reflexionó.

Se trata de unas piezas que sí muestran más influencia de su trabajo de maestría y que enfatizan “la brecha entre la clase trabajadora y la clase alta, brecha que se va expandiendo, se hacen más lejanas y la clase media se va disminuyendo. La idea es presentar gente que vive día a día, semana a semana, mesa a mes”.

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