Cultura

Compositor Marvin Camacho es reconocido por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Institución cultural más antigua de España lo distinguió como “académico correspondiente por Costa Rica”, designación que le permite abrir espacios para el arte nacional.

En carta fechada el 1 de febrero Tomás Marco, director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, comunicó al compositor Marvin Camacho que se aprobó su nombramiento como “Académico correspondiente por Costa Rica”.

Se trata de una institución pública, fundada en 1752 por lo que en realidad es la institución cultural más antigua de España y es considerada una de las principales de ese país. Se dedica a fomentar la creatividad artística y el estudio, difusión y protección de las artes y del patrimonio cultural.

En palabras del propio Camacho, ser designado como académico de la institución significa “abrir un foro importante para el país, para nuestras artes” de manera que tengan presencia en Madrid y Europa, ya que la esta Real Academia “recibe diferentes espectáculos, fomenta la creatividad, realiza concursos, otorga premios y una serie de actividades que involucraran más directamente a Costa Rica a través de mi presencia”.

El compositor insistió en que entonce se abre “un foro importante, una vitrina también para mostrar la creatividad que nuestro país tiene, que es riquísima a nivel de todas las artes”.

Camacho también destacó la importancia de tener “una voz directa de Costa Rica en este foro tan importante de intelectuales, académicos, artistas presentes en la Real Academia”, entre quienes citó al propio presidente de la institución, Tomás Marco, “uno de los grandes compositores españoles”.

“Tener la dicha de estar presente y tener la voz de Costa Rica abre una vitrina importante para mostrar qué es lo que hacemos en Costa Rica desde las artes”, reiteró.

Vínculo

La designación se da luego de que Camacho hubiera sido propuesto para ello por tres personas académicas de la institución el musicólogo Ismael Fernández de la Cuesta, el Dr. José María Luzón y Begoña Lolo, quien fue directora del doctorado en musicología de la Universidad Autónoma de Madrid.

Esa propuesta inicial se dio hace más de un año, luego Camacho debió cumplir con formalidades como la aceptación de su candidatura y presentar diferentes documentos, todo lo cual culmina con una votación en una asamblea plenaria.

En realidad, sin embargo, el vínculo de Marvin Camacho con la institución data de hace 17 años, cuando tuvo oportunidad de presentar en Madrid su Sinfonía No. 1 Los Cuadros Orquestales, dedicados al pintor Francisco de Goya y Lucientes.

A ese concierto acudió el musicólogo Fernández de la Cuesta, “hablamos, tenemos una reunión posterior y comienza a interesare en lo que estoy realizando como compositor”.

El vínculo con ese académico se mantuvo en subsiguientes visitas a la capital española, que también le permitieron entrar en contacto con la investigadora y escritora Begoña Lolo, a través de la compositora e investigadora costarricense Susan Campos.

Se abrió posteriormente la posibilidad de que Camacho donara una serie de sus obras al archivo de la Real Academia y luego la relación se mantuvo y creció a raíz de varias solicitudes que planteó para presentar conciertos de composiciones costarricenses, uno de ellos se realizó en noviembre de 2014, cuando se presentó junto al pianista colombiano – costarricense Giuseppe Gil.

Marvin Camacho y Giuseppe Gil, tras su concierto en 2014. (Foto: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando)

También abrió las puertas de la institución a “un trío importante de costa rica” compuesto por Ernesto Rodríguez, actual director de la EAM, Tanya Cordero y Diego Castillo, quienes presentaron un concierto a propósito de un libro de canciones costarricenses. “Eso se dio por intervención que hago directamente con la Academia”.

Recién en noviembre Camacho estuvo presente cuando UCR Coral en ofreció un concierto de composiciones suyas en la “hermosísima sala para conciertos” que ofrece la Real Academia de San Fernando.

Así, una relación de muchos años de actividades con la Academia de alguna manera pesó para que se decidiera proponer su candidatura.

Camacho resaltó además que esta designación implica también que “los académicos tenemos oportunidad de presentar proyectos que pueden ser financiados por la misma Real Academia a partir del interés que generen”.

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