Cómo abrazar sin abrazar en plena pandemia

Cómo abrazamos sin abrazar, se pregunta la coreógrafa y bailarina Andrea Catania, invitada especial de la Compañía de Cámara Danza UNA para realizar el montaje de la obra TRAS-PASO.

La coreografía en proceso se presenta del 23 al 25 de abril a las 7 p.m., en el Centro para las Artes de la Universidad Nacional (UNA), en las primeras funciones presenciales desde que la pandemia se desató, con un aforo de 15 personas por día. 

La obra también será transmitida en vivo por Facebook y YouTube (ver recuadro) con libre acceso y para todo público el sábado 24 de abril.

La directora de la Compañía de Cámara Danza UNA, Kimberly Ulate, comentó que para este año en que se celebra el 40 aniversario de la agrupación, se estableció que las coreógrafas invitadas serían mujeres. Eso coincidió con que Catania volvió al país y que tenía disponibilidad para trabajar en montajes artísticos.

“Los bailarines tenían mucha ganas de conocer su propuesta y de trabajar con ella. Además, Andrea es una artista independiente que viene regresando al país, y en medio de la crisis por la pandemia y a pesar de los recortes presupuestarios, la institución se propuso abrir un espacio de apoyo  a artistas como ella”.

Para Ulate, Catania enseñó herramientas sobre el proceso artístico a nivel de composición, investigación, improvisación, interpretación y presencia escénica. “Nos movió el piso, colocó a los bailarines en otro lugar en un hacer muy distinto al que veníamos trabajando. Los bailarines han tenido que reflexionar sobre su quehacer y eso ha sido muy positivo para la Compañía”.

Rendirse

Con la propuesta de Catania, el grupo no solo se cuestionó sobre cómo abrazar en un momento histórico en que abrazar está restringido, sino en si es posible rendirse, dejar de hacer, ceder, aflojarse.

“¿Qué significa rendirse y por qué siempre rendirse se ve como algo malo? Rendirnos nos puede llevar a un lugar que no es el mismo. Hay una necesidad impuesta de que siempre debo luchar, seguir y seguir…pero ¿qué pasa si me detengo, si cedo, si observo y no siempre hago?”, reflexionó Catania.

Con una dramaturgia fragmentada, la coreografía es trabajada con los bailarines a partir de la noción del “no desarrollo”, en referencia al poco tiempo institucionalizado para el montaje, el bajo presupuesto, el cierre de salas de teatro y las restricciones culturales y sanitarias que han golpeado duramente al sector artístico.

“No hay presupuesto, no hay teatros y el “no hay” no nos permite desarrollar cosas; por eso hay muchas escenas que van a algún lado pero luego no se desarrollan y pasan a otra escena. Es un poco hacer y hacer y hacer sin tiempo de profundizar. Es el cómo queremos hacer algo pero no se puede”, señaló Catania.

La obra también gira en torno al no afecto, en que a pesar de que hay una relación con el otro no se le mira: “no hay ternura, no hay cuidado hacia el otro, simplemento utilizo al otro”, continuó.

Catania trabajó a partir de la improvisación de estados más que de las cualidades de movimiento, en que la fisicalidad llevó a la emoción y viceversa. 

A la vez, la coreografía se basa en una sensación de agotamiento de ser manipulados, de que los artistas son movidos como objetos. “Nos sacan, nos dejan adentro, nos quitan presupuesto, nos cierran los teatros, nos quitan el aforo y nosotros seguimos y seguimos”, agregó Catania.

Por eso se pregunta la coreógrafa qué pasa si no continuan los artistas y si el problema es que siempre siguen, “sin nada seguimos, sin teatros seguimos, nos ponen funciones a las 5 p.m. y seguimos; ¿qué pasa si no seguimos?

Para desarrollar el proyecto en un contexto de presencialidad, la Compañía de Cámara Danza UNA tomó las medidas protocolarias de prevención institucionales acorde a las del Ministerio de Salud, con la intención de asegurar las mejores condiciones posibles y así dar confianza al limitado público que tendrá acceso en esta ocasión.

Andrea Catania es Bachiller de Escuela de Danza de la Universidad Nacional y licenciada en Danza de la Universidad Folkwang en Essen, Alemania. 

En el 2003 funda la Compañía de Danza y Teatro Lasafueras, junto con Alex Catona. 

Además de numerosas creaciones propias y direcciones, destacan su participación en creaciones de reconocidos directores internacionales como Luc Dumberry/Sasha Waltz, Juan Kruz Diaz de Garaio Esnaola,  Vincent Dance Theatre, entre otros.

También imparte clases y seminarios en distintos centros e instituciones  tanto a nivel nacional como internacional y ha recibido diferentes premios a lo largo de su trayectoria.