Dos obras audiovisuales costarricenses dirigidas por mujeres jóvenes fueron seleccionadas para competir en la sección “Semana de la Crítica” del Festival de Cannes, que se realiza en Francia del 14 al 25 de mayo de 2019.
Y aunque no es un dato menor para la historia del cine nacional y para las mujeres directoras en Costa Rica, el Festival de Cannes aún no da la talla en el tema de la paridad de género.
La selección del largometraje Ceniza negra, de Sofía Quirós Ubeda, y del cortometraje Lucía en el limbo, de Valentina Maurel, marca un hito en la cinematografía costarricense dirigida por mujeres, puesto que el festival francés es catalogado como el más importante del mundo y ambas películas impulsan la presencia femenina en la industria del cine festivalero.
La Semana de la Crítica, una de las tres secciones competitivas del Festival de Cannes (las otras dos son la Quincena de Realizadores y la Selección Oficial), se caracteriza por la búsqueda de nuevos talentos a nivel mundial y es reconocida por su rigurosa programación, que selecciona diez cortometrajes y siete largometrajes al año de directores noveles.
Organizada por el Sindicato de la Crítica Cinematográfica desde el año 1962, la Semana de la Crítica es reconocida y respetada por lanzar al mercado internacional películas primerizas, y al mismo tiempo las carreras de legendarios cineastas -hombres- de Europa, Latinoamérica y Asia como Bernardo Bertolucci, Alejandro González Iñárritu, Ken Loach y Wong Kar Wai.
En el contexto de la lucha por la igualdad de condiciones cinematográficas para las mujeres y la acción afirmativa de establecer una cuota de paridad en el ámbito del cine, el Festival de Cannes no escapa al reclamo de la participación en equidad.
De hecho, según reportó el medio especializado Indie Wire, en el 2018, las autoridades del Festival, entre ellos el director artístico Thierry Fremaux, firmaron una carta de compromiso para “aumentar la transparencia y promover la paridad de género”.
“Estaremos más comprometidos”, afirmó Fremaux en ese momento histórico.
Las protagonistas del gesto reivindicativo se congregaron en un grupo de mujeres francesas de la industria, que realizaron una protesta en la legendaria alfombra roja sobre la que, desde hace 72 años, desfilan -sobre todo- decenas de hombres directores.
El historial de películas seleccionadas para las tres competencias del prestigioso evento francés habla por sí mismo, y confirma que tampoco este año será la excepción, aun cuando en la Selección Oficial, por primera vez competirán cuatro títulos dirigidos por mujeres entre 19 escogidos. Es decir un 21% del total.
Tampoco en el apartado de largometraje de la Semana de la crítica hubo mayor avance, según confirmó Mariana Murillo, productora de Ceniza Negra, pues la película es la única elegida realizada por una mujer de un total de siete largometrajes; un 14 % del total de las obras. “Esto significa que aún hay temas de inequidad y falta de acceso”, sopesó.
Sin embargo, en el caso de Lucía en el limbo de Valentina Maurel, que compite en el apartado de cortometraje de la Semana de la crítica, el número de obras pinta un panorama más halagüeño, pues de diez seleccionadas, solo cuatro son dirigidas por hombres.
Una pequeña “victoria” para las directoras en general y, en particular, para el equipo artístico de Lucía en el limbo y Ceniza negra.
De acuerdo con Murillo, el largometraje tiene como centro creativo “a puras mujeres”, que siguen de manera colaborativa y co-creativa la idea y experiencias de Sofía Quirós Ubeda.
Así, “el acompañamiento desde la producción, el casting y la fotografía ha sido desde el principio de un equipo de mujeres que se formó orgánicamente pero no casualmente”, expresó Murillo ante la consulta de Universidad.
Murillo contó que juntas también lideraron y acompañaron la escritura del guión y realizaron el cortometraje Selva, que en el 2016 resultó seleccionado para el respectivo apartado de la Semana de la crítica.
“Somos conscientes de que no es una experiencia común. En Centroamérica aún quedan muchos sectores del cine en los que es difícil desempeñarse como mujer, en especial las áreas técnicas, y por eso es tan significativo que esta película (Ceniza negra) sea reconocida con la selección en la Semana de la Crítica”, dijo Murillo.
Si bien, según Murillo, en Costa Rica hay muchas mujeres directoras y productoras, sigue existiendo una brecha mundial visible en la selección de las películas en competencia en el Festival de Cannes.
“La Semana de la Critica ha hecho un compromiso con la equidad (desde el año pasado) y lo está logrando. Pero hay que preguntarse por qué el balance no se da en las dos categorías (Selección oficial y el apartado de largometraje de la Semana de la crítica), y creo que tiene que ver con las estructuras de desarrollo y financiamiento de películas de corte internacional”, apuntó Murillo.
La productora de Ceniza negra explicó que durante el desarrollo de una película hay una serie de procesos, como los laboratorios de guión, el desarrollo de proyecto, los fondos para financiar las diferentes etapas, las actividades de industria y work-in-progress, en los que se aplican instancias de selección que supondrían el favorecimiento de los mejores proyectos sin distingo de género.
Sin embargo, para Murillo es vital considerar las bases de participación: “¿Tienen las mujeres las mismas oportunidades de formación que los hombres en todos lados? ¿Quiénes conforman los comités de selección?”, cuestionó.
“Hace poco conversábamos en un foro con un programador senior de uno de los festivales más importantes del mundo y el argumentaba que no se puede condicionar el arte, es decir, que nunca iban a seleccionar las películas basados en si eran dirigidas por un hombre y una mujer. Pero sí admitía que en el pasado no siempre se cuestionaba si la terna de selección era compuesta por profesionales hombres solamente. Por suerte, todo eso va cambiando.”, señaló Murillo.
Finalmente, en relación con la representatividad femenina en la pantalla, Murilló comentó que para las niñas escuchar sobre Ceniza negra y ver que varias mujeres están al frente del largometraje es inspirador.
“Y no se diga de que las niñas afrocostarricenses se vean representadas en la pantalla por un personaje fuerte y complejo. Eso me emociona mucho”.
[quote_box name=””]
Las mujeres arriba
Ceniza negra, de Sofía Quirós Ubeda, es una producción liderada por Sputnik Films (Costa Rica) en coproducción con Murillo Cine (Argentina), La POST Producciones (Chile) y Promenades Films (Francia). Cuenta con el apoyo del Programa Ibermedia, el fondo francés Aide aux Cinémas Du Monde, el World Cinema Fund, el Tribeca Latin American Film Fund y el Fondo Nacional de Costa Rica ‘El Fauno’, entre otros.
Fue rodada entre agosto y setiembre en el Caribe Sur de Costa Rica con actores naturales de la provincia de Limón.
Sinopsis: Ceniza negra cuenta la historia de Selva, una niña de 13 años interpretada por Smachleen Gutiérrez, en su segunda colaboración con Sofía Quirós después del cortometraje Selva. En Ceniza negra, su personaje convive con su abuelo de 83 años, interpretado por Humberto Samuels; y con Elena, su única figura materna, interpretada por la bailarina limonense Hortensia Smith.
Ceniza negra competirá por la Cámara de Oro del Festival de Cannes y dos premios más otorgados por la Semana de la Crítica: el Gran Premio Nespresso a la Mejor Película y el Premio Louis Roederer Foundation Rising Star a la mejor actriz o actor.
Lucía en el limbo, de Valentina Maurel, es una coproducción entre Geko Films (Francia), Wrongmen (Bélgica) y Pacífica Grey (Costa Rica). El proyecto cuenta con el apoyo del fondo CNC y el canal ARTE (Francia), así como del Centre du Cinéma et de L’Audiovisuel (Bélgica).
La película es protagonizada por la joven actriz costarricense Ana Camila Arenas, que fue acompañada por un cast totalmente local en el que también participó la actriz Rosibel Carvajal y el actor Reynaldo Amien. El rodaje tuvo lugar en julio del 2018 en diferentes localidades de San José, entre las que se incluye el Colegio Británico y el Bar y Restaurante Meylin, entre otros.
Sinopsis: Desde lo alto de sus 16 años Lucía todavía tiene piojos, no le ha llegado aún la regla y es la última virgen de su clase. Su mejor amiga quiere ayudarla a conocer a un muchacho para que sea un poco más “normal”. Pero Lucía es terca. Quiere solucionar su problema sola. Tomando incluso, y si es necesario, un atajo abrupto hacia la edad adulta.
Maurel también dirigió su primer cortometraje “Paúl está Acá” que compitió y ganó en la sección de cortos de la Cinefondation del Festival de Cannes 2016.
[/quote_box]