“All that jazz” y all that crime, así se vino Chicago al escenario del Melico Salazar. Como una perfecta sincronía de swing, la puesta en escena de Bob Fosse critica la corrupción del sistema judicial estadounidense en los años veinte y el crimen a sangre fría de dos estrellas musicales: Velma Kelly y Roxie Hart.
“Lo que ustedes están a punto de ver es una historia de crimen, codicia, corrupción, violencia, explotación, adulterio y traición”. Con estas palabras inicia la obra musical que ya está seduciendo a cientos de espectadores costarricenses, quienes disfrutan y gozan del espectáculo durante dos horas y media.
Adaptar un musical no es fácil, esta fue la ardua tarea que llevó a cabo Luciérnaga Producciones, casa productora encargada de darle esa “chispa” a la historia escrita en 1975 por Fred Ebb y Bob Fosse.
En Costa Rica, el director escénico Adrián Castro llevó la batuta de este musical y su visión de Chicago a las tablas nacionales.
Castro debutó hace dos años en la historia de los musicales costarricenses con otra adaptación de Broadway: West Side Story, de la mano de la misma empresa Luciérnaga Producciones.
Para él, Chicago es un show y este es el concepto que trató de darle a la puesta escénica que cuenta con 21 números musicales, 20 artistas sobre el escenario y una banda musical compuesta por 14 músicos que ejecutan en vivo las partituras del espectáculo.
“Este musical se trata sobre el mundo del espectáculo, del show mismo. Quisimos tratar de darle a la ambientación, estilo de actuación, escenografía y luces, esa sensación de concierto masivo y espectáculo, sin dejar de lado la historia”, señaló Castro.
El director dejó de lado cualquier rasgo de timidez y aventuró que la producción nacional es aún más colorida y espectacular que la de Broadway, y que con la fusión de estos elementos trató de dejar de lado el minimalismo que impera en la versión estadounidense.
“Además de que tiene todos los elementos de la obra de Broadway, es mucho más colorida. Es más show, más espectáculo. La obra de Broadway es muy sobria, oscura, muy negra y minimalista. En esta, aunque tiene elementos minimalistas, tratamos de salirnos de eso. Es como mucho más espectacular”, calificó Castro.
Sin embargo, los leotardos y trajes negros del elenco, e incluso la escenografía (representada por una estructura de acero) mantienen aún el minimalismo muy propio de la versión original de Broadway.
La puesta escénica también se caracteriza por las luces color púrpura que dan ese ambiente melancólico, y que se subraya con el maquillaje y el estilo glam que predomina entre los bailarines.
Sensualidad a lo Fosse
Inspirada en el estilo de Bob Fosse, la coreógrafa Mariamalia Pendones fue la encargada de darle movimiento y sensualidad al musical. Pendones junto a la bailarina Isabel Guzmán (Velma Kelly), se encargaron de montar las coreografías y diferenciarlas de la puesta original sin perder la gracia y el ritmo que caracterizan el estilo.
“Lo que se hace es crear una coreografía “auténtica” desde la tradición de Fosse. Mi labor y la de Mariamalia fue montar las coreografías. Yo llevaba a la vida las ideas que Mariamalia tenía en su cabeza. Ella necesitaba a alguien que reprodujera sus ideas. Para el mes de marzo, el elenco se incorporó de lleno, se enseñaron coreografías, se limpió y diseñó. Luego Adrián (el director) veía detalles”, recordó Guzmán.
Las características físicas y la motricidad de los bailarines fueron un elemento clave para la escogencia de los 20 artistas que en el escenario dan vida a prisioneras, prensa, amantes e incluso jueces. Ellos fueron elegidos luego de realizar 350 audiciones.
“El estilo es muy demandante. Ellos son jóvenes muy profesionales, con mucho colmillo y experiencia. Los bailarines se apoderaron del material y lo llevaron al extremo. Desde las audiciones se buscó en los bailarines esa corporeidad, una que se aplicara al estilo Fosse”, señaló Guzmán.
Una estrella asesina
Velma Kelly es una estrella de entretenimiento especialista en vodevil (comedia ligera que intercala números musicales). Sin embargo, llega a la cárcel al ser acusada del asesinato de su hermana y su marido.
La estrella que es un tanto “calculadora” acumula más fama al estar presa, pero todo esto se ve opacado con la llegada de Roxie Hart, la nueva prisionera que es señalada por matar a su amante.
Con una formación en canto, teatro y baile desde sus primeros años de vida, Isabel Guzmán es la artista multidisciplinaria que le da vida y color al personaje de Velma Kelly.
Para Guzmán, interpretar este personaje no es tarea fácil debido a las exigencias musicales del papel; sin embargo, es su sueño hecho realidad.
“Yo estoy cumpliendo mi sueño de interpretar a Velma Kelly. El trabajo más difícil es acoplarse a la banda. Las ejecuciones de las canciones de Velma son muy difíciles. Todos los temas están llenos de texto y baile. La estructura es complicada”, apuntó Guzmán.
Esta es la segunda ocasión en que la artista participa en un musical, pues en el 2015 fue la encargada de interpretar el personaje de “Anita”, en la producción nacional de West Side Story (Arthur Laurents, 1957).
Sincronía musical
La orquesta compuesta por 14 músicos provenientes de las bandas de concierto del país y liderada por Juan Nájera (director de la Dirección General de Bandas) es la agrupación que tiene como tarea musicalizar esta puesta escénica.
El grupo se destaca por la versatilidad de sus músicos, quienes además de interpretar, en vivo, ritmos difíciles del jazz, cambian de instrumento musical con frecuencia. De esta manera, se puede observar que durante el show, algunos de ellos ejecutan alternativamente saxofón tenor, saxofón barítono, saxofón soprano y clarinete bajo.
De igual manera, la orquesta simula algunos efectos sonoros como disparos (con un redoblante). El director también hace su participación como instrumentista al ejecutar el clarinete.
La producción de Chicago, cuyo costo fue de $200.000 dólares, es el segundo musical que realiza la Productora Luciérnaga Producciones.
En el 2015, la empresa también le dio vida al musical norteamericano West Side Story.
Adrián Castro, director de “Chicago”
“Chispeante”
Formado en dirección de cine, baile, amante de los musicales y uno de los socios de Luciérnaga Producciones, Adrián Castro es quien lleva la tutela de Chicago, su segundo musical.
Al preguntarle sobre la puesta, Castro no duda en decir que su concepto de Chicago es “chispeante”. Además, sin temor alguno, es claro en afirmar que “los ticos no confiamos en nuestras producciones”, y que si esta producción hubiese sido traída de Estados Unidos, las entradas estarían agotadas.
A continuación un extracto de la entrevista que dio a UNIVERSIDAD.
¿Cómo es que la productora decide hacer Chicago?
-Un gusto por querer hacerla. La empresa se formó con el objetivo de hacer West Side Story. Ahí no sabíamos a donde iba a llegar. Hicimos el año pasado Monstruos en el Teatro El Triciclo, y ahora Chicago. Queremos vendernos en más áreas de las artes escénicas como el cine. El próximo año estaremos con un espectáculo que no es musical. West Side Story fue un paso grande y nosotros decidimos seguir dando esos pasos. Entonces dijimos: ¿qué hacemos? Chicago fue una de las opciones porque nos gusta mucho, tiene mucho nombre (vende más rápido que otros musicales) y es una crítica divertida.
¿Cómo describiría en una palabra esta producción de Chicago?
-Chispeante.
¿Por qué?
-Porque creo que, además de que tiene todos los elementos de la obra de Broadway, es mucho más colorida. Es más show, más espectáculo. La obra de Broadway es muy sobria, oscura, muy negra y minimalista. En esta, aunque tiene elementos minimalistas, tratamos de salir de eso. Es como mucho más espectacular.
¿Cómo fue la tarea de adaptar el guion?
-La productora compró los derechos de Broadway sobre la obra; sin embargo, la traducción del guion fue local. Fue un gran trabajo traducir el texto y las canciones a algo que fuera aceptable para el público nacional sin ser demasiado “tico”. Yo creo que cualquier persona de cualquier lugar podría entender todo lo que se dice. Las licencias de Broadway no nos permiten copiar absolutamente nada. Desde el logo hasta la escenografía, todo es original. Las luces, coreografía, vestuario, todo es una creación para este espectáculo en específico.
Supongo que hicieron audiciones…
-Hicimos audiciones abiertas con ciertas especificaciones para todos los artistas que quisieran integrarse. Recibimos más de 350 solicitudes a finales de octubre.
Qué difícil encontrar elenco que baile, cante y actúe…
-Es muy difícil y es un proceso larguisisisisísimo. Por ejemplo, había especificaciones del rango vocal para cada uno de los personajes, porque obviamente las canciones están hechas en equis rango vocal, y luego bailarines con ciertas aptitudes. Los bailarines pasaron por clases de canto, para ver la facilidad. En los cantantes vimos también su capacidad de actuar. Es más como una combinación de todo porque en Costa Rica hay muy pocas personas formadas en las tres áreas. Es más como ver quién es muy fuerte en algo y tiene una facilidad en otra cosa, para poder llevar el proceso adecuado.
Veo que la escenografía es bastante sencilla…
-No queríamos que fuera algo muy elaborado. Queríamos más bien que fueran las luces las que nos cambiaran el espacio y nos llevaran de un lado a otro. La escenografía la queríamos con diferentes niveles y entradas, que tuviera mucha versatilidad para que los actores pudieran utilizarla de diversas maneras y que los músicos estuvieran incluidos dentro de la escenografía. En fin, que no fuera un problema para los desplazamientos escénicos.
¿Qué esperan de este musical?
-Primero uno espera que la gente lo acepte. Yo creo que no hacemos cosas para que a la gente le guste, pero al fin y al cabo, si la gente sale de aquí diciendo que es malísimo, nada logramos. Sí hay como un interés en que la gente venga a crear una cultura. Un problema que tenemos los ticos es que no confiamos en nuestras producciones. Si Chicago hubiese sido traído en un tour desde Estados Unidos, estoy seguro de que las funciones estarían agotadas desde hace un mes. Yo con todo proyecto artístico lo que quiero es hacer otro.
¿Qué se viene para el 2017?
-Este será el único musical para este año. Sí tenemos planeado hacer una gala musical con alguna banda en vivo, y se cantarán diversos temas de musicales.
Próximas Funciones
Temporada: 12 al 21 de mayo.
Lugar: Teatro Popular Melico Salazar.
Funciones:
- Miércoles 17 Mayo – 8 p.m.
- Jueves 18 Mayo – 8 p.m.
- Viernes 19 Mayo – 8 p.m.
- Sábado 20 Mayo – 2 p.m. y 8 p.m.
- Domingo 21 Mayo – 5 p.m.
Las entradas tienen los siguientes costos: galería ¢13.200, tercer piso ¢17.600, segundo piso ¢20.350, luneta general ¢25.500, luneta preferencial ¢30.500 y luneta vip ¢35.500.
Alrededor del mundo
– Después de su estreno en Broadway en 1975, el musical Chicago ha sido representado en las principales capitales teatrales del mundo.
1975 Broadway 1977 Buenos Aires 1977 Hamburgo 1979 Viena 1979 Londres 1981 Sídney 1987 Múnich 1996 Broadway 1997 Barcelona 1997 Gira en EE.UU. 1997 Londres 1998 Melbourne 1998 Viena 1999 Madrid 2017 San José |
Chicago: la película (2002)
Chicago es una película musical de origen estadounidense dirigida por Rob Marshall, basada en un musical de teatro de los años setenta. La película fue estrenada en Estados Unidos el 27 de diciembre de 2002.
El filme ganó diversos premios como Óscar, Globo de Oro y SAG, entre otros.
La producción de Miramax Films fue protagonizada por Catherine Zeta-Jones, Renée Zellweger, Richard Gere, Queen Latifah, John C. Reilly, Christine Baranski, Lucy Liu, Taye Diggs, Colm Feore, y Mya Harrison.
Año | Categoría | Actor | Resultado |
2002 | Óscar a la mejor película | Ganadora | |
2002 | Óscar a la mejor actriz de reparto | Catherine Zeta-Jones | Ganadora |
2002 | Óscar al mejor diseño de vestuario | Colleen Atwood | Ganador |
2002 | Óscar a la mejor dirección artística | John Myhre | Ganador |
2002 | Óscar al mejor montaje | Martin Walsh | Ganador |
2002 | Óscar al mejor sonido | Michael Minkler, Dominick Tavella y David Lee |
Ganadores |