Paralela a la Feria Internacional del Libro, programada del 2 al 11 de setiembre, se realiza la otra feria en la que participan los autores independientes, los que por presupuesto no son incluidos en la nave central de la Antigua Aduana.
De hecho el presidente de la Cámara Costarricense del Libro, Luis Bernal Montes de Oca, confirmó a UNIVERSIDAD que la organización en la Casa del Cuño le compete al Ministerio de Cultura.
Consultado, no obstante, sobre cuál es el gran objetivo de la Feria Internacional, Montes de Oca de forma amable y contundente respondió que era la promoción del libro costarricense.
“El gran objetivo es la literatura costarricense. De hecho se va a realizar un homenaje a autores nacionales. A unos muertos como Magón (Manuel González Zeledón) y Yolanda Oreamuno, y otros vivos entre los que está José León Sánchez”, dijo Montes de Oca.
Al insistirle sobre los autores independientes, el presidente de la Cámara del Libro aclaró que “ese tema no lo manejamos nosotros”. Y agregó: “no tenemos nada que ver en ese asunto”.
Sin embargo, como se desprende de sus propias palabras, tanto los autores independientes como las editoriales pequeñas, o que por falta de contenido económico no puedan pagar un estand en la Antigua Aduana, tienen que ubicarse en la Casa del Cuño.
El año pasado la experiencia no fue del todo buena desde el punto de vista de comercialización de dichos autores en la Casa del Cuño, dado que la atención de los medios de comunicación se centró en la Antigua Aduana y faltaron estrategias de mercadeo para que el público pudiera identificar a este grupo de escritores.
En esa ocasión, se estableció que entre seis y ocho autores debían compartir un espacio de cuatro metros cuadrados para promocionar sus libros y artículos relacionados con la creación literaria.
SIN CONTINUIDAD
La escritora Dorelia Barahona expresó que la falta de continuidad de las autoridades relacionadas con la promoción de los creadores independientes atenta contra los avances que en algún momento se lograron.
En ese sentido, dijo que “hay una tendencia malsana” y que consiste “en que cada gobierno bota lo que hizo el anterior”.
En relación con el caso específico de los autores y las editoriales independientes, comentó que lo primero es clarificar qué entienden los organizadores por dicha designación, al tiempo que precisó que es determinarte establecer qué es lo que se quiere obtener con una actividad como la Feria Internacional del Libro.
“Tengo entendido que el país invitado en esta oportunidad es Costa Rica. Eso es ridículo. Cómo va a ser el país organizador el invitado”.
En efecto, por los problemas con el sistema eléctrico en la Antigua Aduana y la falta de claridad sobre la disposición de uso de dicho espacio, a la Cámara Costarricense del Libro –que atiende La Feria Internacional- no le dio tiempo de convocar a un país como suele hacerse comúnmente.
Barahona fue enfática al asegurar que al llevarse a los autores independientes para la Casa del Cuño se les da un “espacio marginal”, en el sentido de que están fuera de la gran convocatoria que se da en La Aduana.
“Hay que decir que no toda la responsabilidad es de la Cámara del Libro o del Ministerio de Cultura, los autores independientes deberían organizarse mejor y exigir mejores condiciones. Incluso deberían pensar si es conveniente que se convoque una feria nacional en otro espacio y otras condiciones”.
De acuerdo con la escritora, es necesario darle “visibilidad” a este sector, que debe, recalcó, trabajar con mayor unidad por lograr mejores oportunidades.
“Las librerías en la Antigua Aduana, la mayoría sí ganan plata, eso tiene que quedar claro, no así en el otro lado; es decir, en la Casa del Cuño. Al fin y al cabo La Feria Internacional es un negocio”.
Entre lo aportado por el gobierno y lo invertido por la Cámara del Libro, la cifra llega a los ¢100 millones, de acuerdo con Montes de Oca.
“Sería muy interesante que los autores independientes aprovechen esta oportunidad de reunirse y plantearse el desafío de organizar su propia feria, con la posibilidad de que traigan autores internacionales. Eso se puede, pero tiene que haber alguien que asuma ese liderazgo”.
SEGUIMIENTO
La escritora Mila Argueta, quien el año pasado participó como autora en la Casa del Cuño, reconoció que las ventas fueron malas y que este año acudirá con otros objetivos, no necesariamente el de vender muchos ejemplares de sus libros.
“Lo más lamentable es que no hay un seguimiento. Los que organizaron el año pasado lo de la Casa del Cuño ya para esta edición no están, y eso es una lástima porque se pierde la experiencia adquirida”.
Respecto de la opción de que los independientes se organicen por su cuenta, manifestó que esa sería una excelente medida, para lo cual hace falta unión y trabajo.
Para la autora, el hecho de que los escritores y editoriales que no puedan pagar vayan a la Casa del Cuño es solo una manera por parte del Ministerio de Cultura de resolver la situación, pero se evidencia la distancia que hay entre la Feria Internacional y la que desarrollan los escritores nacionales.
Sobre el tema, se consultó primero a Rebeca Alemán, del Centro de Producción Artística y Cultural (CPAC), desde el martes 2 de agosto, pero ante la falta de una respuesta concreta se acudió a prensa del Ministerio de Cultura. Por medio de esa dependencia, Ada Acuña, directora del CPAC, respondió:
“Siempre ha sido una preocupación del Ministerio de Cultura y Juventud dar apoyo y soporte a editores independientes y a escritores cada año. Se trata de dar, guiar y consolidar la oferta literaria a nivel nacional y en ese sentido siempre se hace una gran inversión”.
Aunque la Feria Internacional del Libro tiene como aspiraciones, en palabras de su presidente, promover a los autores nacionales, estos no tienen cabida en La Aduana si no pagan; por eso tienen que conformarse con la Casa del Cuño.
Y la prueba más fehaciente es que la Cámara del Libro se ocupa de lo que suceda en La Antigua Aduana, y Cultura de lo que ocurra en la Casa del Cuño: es decir, hay dos ferias con dos circunstancias bien definidas, claras y contundentes, aunque oficialmente se hable de una.