Cultura

Ataque a periodista del SEMANARIO

Mientras un equipo del Semanario UNIVERSIDAD se encontraba realizando fotos y observando el estado en que se encontraba la vivienda conocida como la “Casa Echandi” en Puntarenas, dos individuos que se encontraban en la propiedad contiguo a la vivienda atacaron al periodista José Eduardo Mora

Mientras un equipo del Semanario UNIVERSIDAD se encontraba realizando fotos y observando el estado en que se encontraba la vivienda conocida como la “Casa Echandi” en Puntarenas, dos individuos que se encontraban en la propiedad contiguo a la vivienda atacaron al periodista José Eduardo Mora, al que golpearon, le arrebataron el celular y lo lanzaron al estero.

El proceder de los dos sujetos sólo se explica porque posteriormente se comprobó que al parecer hay una disputa con algunos vecinos de esa cuadra, dado que quienes ostentan la propiedad contigua a la casa en el sector este, hicieron un relleno en el espejo del estero.

Al deducir, de manera falsa, que se estaban haciendo fotos de ese relleno, esas dos personas atacaron al periodista y lo despojaron del celular.

De inmediato, tras golpear al comunicador, también amenazaron con que iban a soltar los perros, al tiempo que un tercer sujeto con la cabeza cubierta, casi encapuchado, se acercaba a proferir más amenazas y terminó por lanzar piedras a la fotógrafa Kattya Alvarado, al chofer, Esteban Solís Tenorio y el contacto entre los Echandi y el Semanario UNIVERSIDAD, Ligia Delgadillo. Entre la “Casa Echandi” y la referida propiedad no hay ni una cerca, ni una malla, ni nada que los separe, era el espejo del estero, hoy inexistente el que hacía esa función.

Sobre dicha situación, hay una denuncia de una vecina en la Municipalidad de Puntarenas, pero el objetivo del reportaje de UNIVERSIDAD siempre fue la vivienda del expresidente, por el valor histórico que representa. Conviene aclarar, que el equipo del SEMANARIO se limitó a realizar sus labores en la propiedad de los Echandi, gracias a que don Carlos Echandi, de manera gentil y atenta, había autorizado el ingreso, por lo cual facilitó la llave del portón que permitía el acercamiento con la casa. La reacción violenta puso en riesgo la integridad del periodista y luego la del resto del equipo de UNIVERSIDAD, sin que mediara ninguna justificación para tal proceder.



 

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