Un total de 14 agrupaciones de artes escénicas y música de diversas partes del país fueron seleccionadas por el XII Festival Nacional de las Artes (FNA 2019) para apoyar la producción de sus espectáculos. De este modo, podrán presentarse en Orotina y Esparza a lo largo de los 10 días del mayor evento artístico del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ).
El FNA 2019 se lleva a cabo del 28 de marzo al 7 de abril en dichos centros poblacionales de Alajuela y Puntarenas con una programación conformada por 80 espectáculos, más de 1.300 artistas y 280 actividades. Todas son gratuitas y dirigidas al público en general.
El nuevo modelo de coproducción entre el FNA y artistas escénicos y musicales emergentes ha facilitado que un equipo de especialistas en distintas áreas del quehacer artístico de la organización acompañe a los grupos en el proceso de creación de espectáculos y conciertos que se estrenan en los escenarios festivaleros.
De acuerdo con el coordinador artístico del FNA, Elías Jiménez, el objetivo es que las coproducciones en el marco de esta edición se conviertan “en una plataforma de exposición de artistas que no son tan conocidos en el medio, con el interés de promover la profesionalización e internacionalización del sector”.
Jiménez detalló que esta nueva modalidad de convocatoria está constituida por los proyectos “Artes escénicas en proceso”, enfocado en teatro, danza, circo y propuestas interdisciplinarias, y, “Producción de Espectáculos para Artistas o Grupos Emergentes”, centrado en el área musical.
En caso de las artes escénicas en proceso, el FNA recibió 25 propuestas entre setiembre y octubre del año pasado que tuvieran al menos un 30 por ciento del proceso de producción adelantado.
“Tenían que estar en desarrollo, es decir, no terminadas, de manera que se pudieran estrenar durante el Festival”, precisó Jiménez.
Luego de la respectiva evaluación por parte del FNA fueron elegidos finalmente tres grupos: La Marajila, con el espectáculo de danza Los convivibles, dirigido por Samanta Carrillo; Rojo, con la obra de teatro Último round, a cargo de Aylin Morera; y Polímero, con el espectáculo de danza aérea Mar de plástico, de Andrea y Paula Rodríguez.
De acuerdo con la directora de la obra Último round, Aylin Morera, el haber sido seleccionada para coproducir con el FNA permitió el apoyo económico a la agrupación, entre otros insumos fundamentales para sacar adelante el espectáculo.
“La colaboración fue muy efectiva pues nos construyeron la escenografía, nos facilitaron la iluminación, un proyector, el vestuario, el diseño de la música original y el diseño de la plástica”, apuntó Morera.
Asimismo, como ocurre con las otras agrupaciones seleccionadas, la obra Último round se estrena en el FNA 2019, para luego seguir su ruta independiente.
Morera consideró que el apoyo en la modalidad de coproducción es importante, ya que “son montajes que sacamos con un gran esfuerzo y pocos recursos”.
La artista escénica también mencionó que en general los grupos independientes de esta naturaleza no alcanzan un nivel de profesionalismo ni tampoco competitivo, que les permita plantearse la posibilidad de presentarse fuera del país en otros festivales.
“Estas coproducciones nos dignifican, nos van dando oportunidades de hacer crecer nuestro trabajo, y les da lugar a los especialistas y diseñadores para crear. Nos pone en una plataforma más competitiva y con herramientas. Ojalá continúe como una política cultural del Ministerio”, concluyó Morera.
Música emergente
De acuerdo con Jiménez, debido a que Costa Rica tiene una producción musical intensa con exponentes de todos los ritmos y géneros, el FNA también lanzó una convocatoria el año pasado para promover el modelo de coproducción con grupos de diversas zonas del país.
Para participar en el proyecto “Producción de Espectáculos para Artistas o Grupos Emergentes”, los concursantes debieron tener un mínimo de uno hasta tres años de formados, por lo menos una grabación en formato EP (de 30 minutos) o un LP (de una hora), y que los integrantes no sean mayores de 35 años, en promedio.
Esta convocatoria recibió un total de 83 propuestas, de las cuales fueron seleccionadas diez.
Los grupos elegidos para participar en el proyecto darán un concierto de 30 minutos en formato de showcase en las mayores tarimas del FNA ubicadas en las plazas de deportes de Orotina y Esparza, con los mismo equipos y personal técnico de los grupos profesionales programados.
Como se trata de bandas emergentes y sin madurez en el tema de gestión, el FNA les provee acompañamiento para el espectáculo, sesiones de coaching actoral, diseño de arte, dirección artística y asesoría en comunicación e imagen, así como en gestión cultural. A la vez, la sesión grabada en video del showcase les queda como material promocional.
Las nueve propuestas elegidas para el proyecto de música emergente son: Berenice Jiménez, artista con formación en técnica vocal, expresión escénica y trabajo comunitario; Canción Nueva del Sur, colectivo de cantautores y cantautoras de San Isidro del General; y Las Sirenatas, grupo de mujeres jóvenes provenientes de la Gran Área Metropolitana y Turrialba que experimenta con ritmos afro y latinoamericanos.
Además, entre ellas están Leche de Coco, conformada en el 2015 por jóvenes oriundos de la provincia de Limón y otras partes del país, que viven San José y se inspiran en el calypso y otros ritmos afrodescendientes; y Mansa Riddim, proyecto de exploración de ritmos africanos tradicionales e indígenas latinoamericanos con modernos.
Se suman las agrupaciones Mike Joseph & Di Gud Frendz de Limón, que toman la herencia afro-costarricense como medio de expresión para fusionar ritmos como Calypso, Reggae, Salsa y más, con composiciones originales en español y kryol limonense.
A estos se unen Nesta, rapero limonense que ha logrado consolidarse en la escena del rap nacional y centroamericano, se acompaña de Branco Segura, conocido en la escena musical como el DJ Kol Raida; Señorita Abril, propuesta estética y musicalmente explosiva que combina elementos del siglo XX y XXI; y Umbral del Sol, banda costarricense de música original que fusiona el rock, funk y blues.
“Nesta no es solo un rapero sobre el escenario”
El proyecto del rapero Nesta, de Cieneguita en Limón, es una de las propuestas puesta en valor por el FNA en el marco de “Producción de Espectáculos para Artistas o Grupos Emergentes”, a la cual se le dará acompañamiento para que se presente en las tarimas principales de Orotina y Esparza.
La asesoría ha marcado una diferencia cualitativa para el rapero, quien en conversación telefónica con UNIVERSIDAD comentó cuán valioso es no solo subirse al escenario para reflexionar sobre la realidad a través de sus canciones, sino impactar de manera positiva a las comunidades a donde lleva su música y demás actividades socio culturales que realiza.
El siguiente es un extracto de la visión y acción de Nesta.
“Cuando empezamos con el proyecto en el FNA creíamos que lo único que íbamos a hacer era la presentación. No pensamos que por parte del MCJ iba a haber acompañamiento y capacitación en el proceso para poder plantear con mucha más profesionalidad nuestro espectáculo. El acompañamiento con sus talleres, charlas y reuniones de planificación fue muy importante y enriquecedor. Para nosotros fue una experiencia de crecimiento.
Como artista, el acompañamiento del FNA me impacta muy fuerte porque yo me acuerdo cuando el Festival estuvo en Limón (2003) y yo tenía como 11 años. Yo nunca había visto tanto arte, tanta cultura, tantas puestas en escena en un solo lugar. Me acuerdo que en algún momento por mi mente pasó que qué bonito sería estar en esa tarima.
Dieciséis años después el poder formar parte del Festival, viniendo del barrio que vengo -todos sabemos que a través de los medios de comunicación es tachado de conflictivo (más de lo que es)-, poder representar no solo a Limón, sino específicamente a Cieneguita, es algo que le da un peso importante a la comunidad. Es una puerta para exponer que en Cieneguita no solo pasan cosas malas, sino que pasan cosas importantes a nivel de arte, a nivel comunitario, en deportes. Es importante no solo en lo personal porque cumplo una meta y un sueño, sino más allá, porque tengo la responsabilidad de llevar una bandera de mi barrio y dar un mensaje que no se da siempre.
Además de dar el concierto, estoy dando talleres en la Ruta de las Artes del FNA. Ya yo había trabajado en talleres en comunidades en Limón, y ahora estamos planteando, desde inicio de año, que después del FNA vamos a juntarnos con una fundación que se llama Fundametas que está trabajando con niños desde los 5 a los 14 años en condición social y económica marginales, en el sector de Cieneguita.
Soy rapero, mis canciones son sobre la realidad que vivimos, tratan de reflejar -no de una manera que promueva la violencia- qué estamos haciendo nosotros para evitar eso. Yo toco muchos temas sociales de una manera reflexiva. El proyecto surge a partir de la oportunidad que me dio el que yo me dedicara al calypso antes. Hay una semejanza entre el calypso y el rap que consiste en que cuentan historias sobre los problemas, aunque en el calypso de una manera jocosa. Yo me crié en el mundo del calypso desde los siete años, tocando en grupos, y cuando escuché rap pensé que es lo mismo pero puedo ser más frontal y directo. Decir las cosas de la manera en que en realidad las pienso sin tratar de disfrazarlas en algo vacilón para que la gente baile, sino para que la gente escuche lo que estoy diciendo.
Luego se convirtió no solo en un proyecto de una puesta en escena, es decir, no soy solo yo; hay gente atrás como mi DJ, Kol Raida, mi productor, y mucha más gente que trabaja en talleres, charlas y conversatorios, con el fin de crear espacios para debatir realidades y cómo las podemos cambiar, qué podemos aportar como personas jóvenes para que otros jóvenes se impulsen a hacer lo que les guste hacer y que impacte de manera positiva a la comunidad.