Cultura Entrevista a Diego Van der Laat, arquitecto

Adaptar el Variedades: hermanar la arquitectura y el cine

UNIVERSIDAD entrevistó a Diego Van der Laat, encargado conceptual del anteproyecto para adaptar el antiguo Teatro Variedades.

“Mi experiencia cuando camino por la arquitectura es muy cinematográfica: tiene un principio y un fin, un recorrido; yo voy percibiendo esos espacios como si fueran fotogramas en mi cerebro, que es una gran cámara”.

Así se refiere el arquitecto Diego Van der Laat a la relación entre cine y arquitectura, dos campos en los que trabaja como artista y que se funden en la propuesta creativa para reedificar el antiguo Teatro Variedades, ubicado en San José centro, en calle 5, entre avenidas central y primera.

La estructura del antiguo Teatro Variedades está infestada de termitas

Van der Laat es el encargado conceptual del anteproyecto ganador del concurso para adaptar el Variedades, edificio patrimonial histórico-arquitectónico desde 1999 (bajo la Ley 7.555 y el decreto No. 28.249-C), que albergará la Cinemateca Nacional a cargo del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica -Centro de Cine-.

La propuesta fue presentada a concurso por OPB Arquitectos S.A., consorcio que se encargará de ejecutar la primera etapa, consistente en el diseño y elaboración de planos constructivos y, posteriormente, de la supervisión de la construcción de la obra, según confirmó el director del Centro de Cine, Fernando Rodríguez.

Rodríguez detalló que entre la restauración de la fachada, la construcción de la infraestructura y el equipo fijo de salas, la inversión tendrá un costo de 3.900 millones de colones.

De acuerdo con información suministrada por el Ministerio de Cultura y Juventud, el edificio está en ruinas y es absolutamente inseguro para los visitantes, situación que conlleva a construir de nuevo bajo la normativa pertinente, como el Manual de protección contra incendios (NFPA) y la accesibilidad universal (Ley 7.600), entre otras.

Van der Laat dijo en entrevista con UNIVERSIDAD que “la estructura tiene discontinuidades, con mucho remiendo y de diferentes materiales, y la que permanece está infestada de termitas”.

El arquitecto considera que si el inmueble se va a convertir en un centro de reunión pública tiene que estar al día con todos los códigos y para poder cumplirlos la intervención es masiva.

Su fachada, en cambio, se conservará y restaurará por completo. El 90 por ciento de la declaratoria patrimonial del inmueble se refiere a la fachada, y enlista, sin especificar cuáles, algunos artículos que podrían tener valor patrimonial. “Si hacemos todo nuevo y conservamos la fachada estamos conservando el cien por ciento del patrimonio”, indicó Van der Laat.

Se adaptará un edificio patrimonial histórico arquitectónico que no se puede sostener por sí mismo, pero que es importante para el imaginario colectivo…

-Esa es una cosa en la que se ha puesto mucho énfasis, en que no es solo el patrimonio físico, sino la idea de este lugar que lo salvó el cine y tiene que seguir existiendo para el cine. Ese patrimonio también está en el imaginario de la gente.

¿El Variedades se está cayendo?

-Se está cayendo…

¿Con esta propuesta de intervención masiva, cuál es el espíritu del anteproyecto arquitectónico?

-Es un espacio en el que se vieron tantas películas, tantas historias que reverberan, que aunque no están, se sienten. La idea conceptual viene de ahí, de un edificio que está habitado por proyecciones, no tanto sobre la pantalla sino en los otros espacios. Mis referencias son dos: la novela corta La invención de Morel (escrita en 1940 por el argentino Adolfo Bioy Casares),  y El año pasado en Marienbad (película francesa de 1961 dirigida por Alain Resnais).

¿Qué te aportaron esas dos obras?

 -La película hace un recorrido arquitectónico porque está metida en un hotel. Hay dos personajes; él le dice a ella que ellos dos estuvieron ahí el año pasado, pero ella le dice que no porque no se acuerda. Esa película cobra sentido si uno la ve en el marco de la novela, que se trata sobre un hombre prófugo que se entera que hay una isla abandonada que tenía un hotel y para huir de la ley se va a esta isla. Un día, de repente el hotel está habitado. Poco a poco pierde el miedo, y se enamora profundamente de una muchacha que siempre está viendo el atardecer, la enfrenta y se da cuenta de que ella no lo ve, es decir, ella está en otro tiempo. Entonces recorre todos los salones del hotel, en donde hay gente de clase alta que baila y cena, y se da cuenta que Morel había hecho unas cámaras que grababan un fin de semana con sus amigos y luego se proyectaban las imágenes (en el hotel), en un loop infinito. Si esta cámara te grababa se te podría la piel, entonces Morel es una especie de asesino que inmortaliza a sus amigos. El hombre está tan enamorado y frustrado que termina grabándose él a la par de ella. El año pasado en Marienbad es un poco La invención de Morel. El personaje ignora que está metido en una película que yo estoy viendo. Alain Resnais es Morel de alguna forma. Yo medio estudié cine, y cuando apareció el proyecto de la Cinemateca, dije: este es el proyecto para hacer esto, para hermanar la arquitectura y el cine, un proyecto que viva de esa forma, con espacios que estén habitados así, no solo un cine.

¿Cómo materializás esos insumos?

 -Lo que me interesa es grabar sistemática y rigurosamente la construcción del edificio, para luego proyectar esas imágenes del proceso desde los mismos lugares desde donde se registraron. Esto permitiría hacer un loop constante de la memoria de esa construcción. En los espacios internos se puede grabar a los usuarios para que luego sus imágenes sigan habitando esos espacios visitados. De alguna manera se busca que el edificio esté habitado las 24 horas, ya sea por personas físicas o bien por la memoria que dejan registrada en las imágenes quienes visitan el edificio. Espacios habitados por esos “fantasmas” del cine, que pueden haber sido grabados unas horas antes o bien años atrás. Buscamos esa yuxtaposición de temporalidades en un solo espacio, es decir, que en una habitación puedan coexistir e interactuar los registros de eventos que sucedieron en otro tiempo.

¿Es como una videoinstalación?

 -Es una forma bonita de verlo: así como un edificio tiene un cuadro en el lobby, aquí tendrías una instalación. Conceptualmente es coherente. Tiene que ser algo contemporáneo, que está pasando constantemente, generando contenido mediante la interacción con el usuario. Y en la fachada, cuando sea la hora de ir al cine, la pasarela está ahí como en un gran andamio, de donde se van a ver las siluetas aumentadas de la gente que está pasando.

¿Qué pasará con esos elementos conservados?

 -Eso se va exhibir, y eso es importante porque antes ni se podían ver. Hay un inventario y van a quedar “testigos” -esa es la palabra que se usa-, en los lugares donde se han encontrado, como los pisos en muy buen estado que están debajo del escenario.

¿Patrimonio ha sido riguroso?

-Yo siento que sí. Lo que hay en ese levantamiento es verdaderamente lo que hay en el edificio, no hay ninguna intención oscura de destruir el patrimonio, sino resguardar lo que hay y reutilizarlo. El proyecto es muy sólido desde el punto de vista de la conservación del patrimonio, del tema conceptual y de la gestión; toda esa comunidad (audiovisual) muriéndose por una cinemateca desde hace años y el país la necesita. Y con toda la producción audiovisual que hay ahorita, imaginate el uso que van a tener esos espacios y cómo se está reactivando San José. Yo lo veo positivo. Es vital que el lugar funcione y es vital, por sobre el patrimonio arquitectónico, la seguridad de la vida humana.

El Variedades fue usado hasta hace pocos años, está vivo en la gente, en su tejido con el entorno.

-Así es, y el uso se está conservando, se está poniendo al día, la fachada seguirá siendo la misma, la arquitectura -hay mil criterios y habrá gente que no le gustará-, lo que se está buscando es potenciar eso, no competir sino iluminarla. Es cero bulliciosa, no hace ruido. La arquitectura es una pantalla que emana luz, que está relacionada con la fotografía porque es sensible a la luz, y el cine son 24 fotos por segundo. Jean Luc Godard decía: “la fotografía es la verdad, y el cine son 24 verdades por segundo”.



Las termitas del Variedades

Algunos aspectos de la Resolución CPC 002 2017 del Centro de Patrimonio:

  • El día lunes 24 de enero de 2017 se conoció ante el Centro de Patrimonio Cultural presentación formal del anteproyecto de puesta en valor del antiguo Teatro Variedades en el contexto del proyecto Cinemateca Nacional de Costa Rica, llevada a cabo por OPB Arquitectos S.A., consultora adjudicatario de la Contratación Directa 2015-C D-0000548-74901.
  • El artículo 39 del Reglamento a la Ley Na 7555, Ley de Patrimonio Histórico Arquitectónico, permite “en casos excepcionales y siguiendo el criterio de adaptación… considerar modificaciones en una edificación patrimonial”.
  • El teatro Variedades constituye uno de los “casos excepcionales” en los que cabe adaptar un edificio patrimonial, dada la conjunción de diversos factores.
  • El Centro de Patrimonio reconoce un estado de conservación deficiente de las estructuras. Esto ha ocurrido por causa de las termitas, gran vulnerabilidad estructural desde el punto de vista de respuesta al sismo, un sistema electromecánico obsoleto, acabados originales modificados en su mayor parte, contrapisos asentados sobre un suelo cuyo relleno es de mala calidad, condiciones de inseguridad para salvaguardar la vida humana y un espacio insuficiente para insertar el equipamiento técnico que se requiere en materia de sistemas de protección contra incendio.



 

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