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Un pacto extraño tomó las riendas legislativas con Carlos Ricardo Benavides al mando

El PLN, el PAC y Restauración Nacional se sumaron en una sola fuerza, un movimiento que habría parecido imposible semanas atrás.

Una fórmula extraña tomó las riendas de la Asamblea Legislativa este 1° de mayo. El Partido Liberación Nacional (PLN), el Partido Acción Ciudadana (PAC) y el Partido Restauración Nacional (PRN) se unieron para dejarse los principales puestos de poder en el Congreso, incluida la Presidencia, que colocaron en manos del experimentado —y hasta hace pocas horas jefe de fracción verdiblanco— Carlos Ricardo Benavides.

Esta mezcla habría parecido una broma hace apenas unos meses atrás, cuando en estas tres agrupaciones apenas se curaban las heridas que se habían infligido en una campaña electoral intensa, que dejó a todos maltrechos por distintos motivos.

Es por todos conocida la siempre tensa rivalidad entre el PLN y el PAC, así como la fresca disputa entre los oficialistas y la tendencia restauracionista. Sin embargo posaron juntos en la foto de la jornada.

El liberacionista Benavides se dejó la Presidencia y a su lado se eligieron —puestos en los mismos cuadros— la oficialista Laura Guido y el restauracionista Carlos Avendaño, como nuevos primera y segundo secretarios, respectivamente.

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El acuerdo, además, se evidenció en un documento suscrito por los jefes de fracción de las tres bancadas, incluido Benavides. El texto estaba listo y firmado desde la noche del martes, mucho antes de las votaciones, pero Restauración Nacional pidió hacerlo público hasta eso de las 9:00 a.m. del propio 1° de mayo.

El texto se dividió en seis ejes de trabajo, todos enfocados en temas de interés conjunto y no proyectos específicos. Además, excluyó las temáticas que les dividen, muy en línea con un discurso de Benavides que ahora apela a los consensos.

“Yo quisiera ir navegando a partir de la suma de voluntades”, decía este lunes, desde antes de su elección, sobre una eventual presidencia suya.

Tanto Benavides como los otros miembros del acuerdo concordaron en eso, y agregaron que las agendas partidarias quedarán por separado. Al fin y al cabo, en el texto que presentaron, incluyeron hasta 16 prioridades económicas, sociales, ambientales, de reformas estatales, de seguridad e infraestructura.

Con este acuerdo, que reconoció las divergencias, la mezcla logró dejarse todos los puestos del Directorio legislativo a su propio antojo, pues en conjunto sumaba 33 diputados, cuatro más de los que necesitaba para decidir cada elección.

En su acuerdo aceptaron que tenían “diversidad” de posturas ideológicas y políticas, pero en cada votación se propusieron llegar en bloque.

Además, se sumaron otros diputados de partidos minoritarios, como Zoila Rosa Volio, del Partido Integración Nacional (PIN), y Otto Roberto Vargas, del Partido Republicano Social Cristiano (PRSC), quienes —muy cercanos a las posturas del PLN y del PAC (especialmente)— se dejaron la vicepresidencia y la segunda prosecretaría del Congreso, cada uno.

Ahora, dijo Benavides, la idea es “construir acuerdos”, no solo con sus aliados sino con todo el parlamento, un proceso de “carpintería”  y de “formulación de acuerdos” que requerirá esfuerzos importantes en la coordinación. Al menos como punto de partida tienen el acuerdo multipartidista de esta extraña alianza que le puso en el poder de la Asamblea, ese texto de tres bancadas que —diferentes como pocas— ya apuntaron a objetivos generales.

Una fórmula sólida

La unión entre el PLN, el PAC y el PRN se mantuvo muy fuerte este 1° de mayo. No la hizo tambalear la candidatura de Erwen Masís, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), quien también aspiraba a alcanzar la Presidencia legislativa, ni un intento desesperado también de los socialcristianos, que intentaron arrebatar al PAC la primera secretaría, pidiendo votos de la oposición.

En ese momento solo se apartaron, como ya se suponía que pasaría, cuatro de los diputados que votaron por la candidatura de Carlos Ricardo Benavides, menos de los esperados, pues se conocía la existencia de una corriente interna en el PLN que no quería aceptar la presencia oficialista en el Directorio.

Eso sí, el acuerdo fue sólido y defendido por los tres partidos que lo firmaron en términos generales. En su momento se ofreció la participación al PUSC a través de la vicepresidencia del Congreso, una idea que fue rechazada por los rojiazules, que aspiraban a un puesto que no fuera de una suplencia.

Por ello, buscaron arrebatar la secretaría a la acción ciudadanista Laura Guido, quien finalmente se dejó el puesto, defendido por un Benavides que había prometido garantías al PAC sobre el posible puesto.

Finalmente, Benavides se eligió con una holgada suma de 39 votos, mientras que Carlos Avendaño alcanzó 37 y Guido se dejó 35. Los tres puestos propietarios de la mesa principal en Cuesta de Moras se las dejaron los tres partidos que siempre estuvieron del mismo lado.

Aparte de ellos, se unieron en las suplencias del Directorio la vicepresidenta Zoila Rosa Volio, la primera prosecretaria Paola Valladares, del PLN, y el segundo prosecretario Otto Roberto Vargas. Cinco de siete fracciones (y otro grupo de independientes) quedaron representadas en la foto legislativa de este 2019.

El nuevo Directorio asumió funciones desde este 1 de mayo. Ocupará las principales sillas legislativas por el próximo año. (Foto: Miriet Abrego)

Por fuera quedaron de representarse el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y el bloque independiente Nueva República, afín a Fabricio Alvarado, agrupaciones que representan la tercera y la cuarta fuerzas de la Asamblea Legislativa.

El PUSC quiso ser oposición y logró ser oposición. Los fabricisitas, por su parte, perdieron su puesto en el Directorio, que ostentaban a través de la diputada Ivonne Acuña, hasta hoy segunda secretaria del Congreso (aunque había sido elegida cuando todavía era diputada de Restauración Nacional).

Mismo resultado, distinto procedimiento

El Directorio legislativo elegido este 1 de mayo, al menos en sus tres puestos principales de poder, repitió la fórmula elegida en 2018. Sin embargo, la confección fue muy distinta.

En aquel momento, la elección no contaba de un acuerdo como el que se concretó en esta ocasión, sino que fue más coyuntural, con la idea representar a las tres fracciones más grandes en la entonces nueva nómina legislativa y de poner en la silla presidencial a una figura del oficialismo.

Además, en aquel entonces, la Presidencia legislativa la disputaron el PAC y el PRN (a través de Carolina Hidalgo y Carlos Avendaño), partidos que ahora más bien se pusieron de acuerdo para dar el puesto a un liberacionista.

Cabe destacar que en aquel entonces, además, Restauración Nacional aún contenía a los diputados del bloque fabricista, y que las votaciones no fueron tan marcadas como en esta ocasión.

En aquel momento, cada puesto se eligió con la venia del PLN, que negoció la Presidencia legislativa con el PAC, la vicepresidencia y la segunda prosecretaría con el PUSC, y la segunda secretaría con el PRN, más allá de un acuerdo partidario.

Desde entonces cambiaron muchas circunstancias y el PRN se partió en dos. La plaza del Directorio que ostentaban pasó a manos del lado disidente, y Carlos Avendaño se quedó con la espina, y ahora la recuperan.

Por el contrario, el PUSC pierde sus dos suplencias (la vicepresidencia y la segunda prosecretaría). Ambas quedaron en manos de diputados minoritarios. Los socialcristianos pelearon como oposición y perdieron como oposición.

‘Nueva República’ tuvo una mala jornada

Los fabricistas no lograron sus objetivos este 1 de mayo y más bien perdieron una diputada de su bloque. (Foto: Miriet Abrego)

El grupo legislativo llamado “Nueva República”, liderado por el excandidato predicador Fabricio Alvarado, quedó como uno de los perdedores en la jornada de arranque de la legislatura que se inició este miércoles 1º de mayo.

Los legisladores de corte confesional evangélico vieron reducirse su volumen de ocho curules a siete, pues la josefina Floria Segreda dio un paso atrás y decidió plegarse de nuevo a la agrupación que la llevó a la Asamblea Legislativa. Además se plegaron al candidato que resultó perdedor por la Presidencia, Erwen Masís, y quedaron fuera del Directorio.

Un año después de lograr colocar a Ivonne Acuña (excandidata a una vicepresidencia con Fabricio Alvarado) en el Directorio en 2018, deben ceder el espacio a diputados de otras agrupaciones, incluido Carlos Avendaño, el dirigente del PRN con el que ahora rivalizan.

La presencia en el Directorio, sobre todo en el puesto de primera secretaría, pudo haber resultado útil a los fabricistas para recuperar acceso a recursos legislativos que perdieron al separarse del PRN. Ese cargo, sin embargo, quedó en manos de la oficialista Laura Guido, gracias al acuerdo entre el PAC, el PRN y Liberación Nacional, más otros legisladores minoritarios.

De esta jornada fue testigo el excandidato Alvarado, quien asistió a la Asamblea Legislativa este miércoles para acompañar al grupo que lidera internamente Jonathan Prendas. Este diputado, presidente hasta ahora de la comisión de Control de Ingreso y Gasto, también tiene en veremos su continuidad en esa función, pues el nuevo Directorio tiene entre sus atribuciones decidir la composición de estos foros temáticos.

Pese a no ser una bancada formal, la nueva coordinadora del grupo Nueva República, Carmen Chan, pudo pronunciar su discurso como otros voceros de las fracciones representadas en la Asamblea Legislativa.  “Hemos coincidido en hacer una labor de control político con responsabilidad, mediante planteamientos, y críticas coherentes, a los actos y abusos de poder de este Gobierno”, dijo en la línea crítica que se les conoce contra el Ejecutivo, aunque sin mencionar los pormenores de este 1º de mayo.

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