Daniel García Marco, enviado especial de BBC News Mundo a Caracas, publicó el pasado 18 febrero un artículo sobre un dirigente de la oposición venezolana, Leopoldo López, responsable por las guarimbas, violentas protestas con las que, en 2014, intentaron derrocar el gobierno. El saldo fueron por lo menos 43 muertos y más de 800 heridos. Juzgado y condenado, López cumple su pena en la casa.
García Marco decidió escribir sobre la suerte de Leopoldo López, líder del partido de Juan Guaidó, el cual “aunque mucho más moderado que López, es discípulo del hombre que sigue siendo un líder entre los miembros de un partido radical que ahora comanda el todo o nada contra Maduro”.
“Sobre el tejado de un edificio alto y visible desde la principal autopista de Caracas, la enorme valla luce descolorida por el tiempo. ‘Leopoldo #LibertadYa’, se lee junto a la imagen de Leopoldo López, posiblemente el político preso más famoso de América Latina”. Así empieza el periodista de la BBC su artículo.
En su opinión, López es “posiblemente el político preso más famoso de América Latina”, cuya imagen descolorida luce en una enorme valla sobre el tejado de un edificio alto, visible desde la principal autopista de Caracas.
Difícil saber si López es un preso muy conocido en Venezuela. Habría que caminar por su calles y preguntar. Pero, ¿en Brasil, en Argentina, en México, en Costa Rica? ¿Sabrá alguien quién es Leopoldo López? Con Lula preso en Brasil, la afirmación de que López es el “posiblemente el político preso más famoso de América Latina” por lo menos sorprende. No aporta el periodista de la BBC nada que sustente su afirmación.
García Marco describe su encuentro con López. Poco antes de que Guaidó, compañero de partido de López, hablara el pasado sábado 16 de febrero, en Caracas, ante cientos de personas, de cámaras y fotógrafos, “Leopoldo, como se lo conoce popularmente en Venezuela, posaba para una imagen bien diferente”.
Y describe esa imagen: “Lleva lentes, camiseta blanca sin mangas, un pequeño crucifijo sobre el pecho erguido, shorts y zapatos deportivos negros. En su mano izquierda, la edición del diario ‘Últimas Noticias’, afín al gobierno. En la derecha, una taza blanca de café con el escudo de Venezuela que oculta detrás del periódico: un pequeño acto de rebelión ante los dos hombres que están a su costado. Visten chaqueta negra con una inscripción ‘Sebin’. Son las siglas del Servicio Bolivariano de Inteligencia”.
López vuelve a aparecer en las páginas de BBC Mundo cinco días después. Escribe Tamara Gil, a bordo del barco Midnight Dream, que había zarpado de Puerto Rico con los paquetes de productos con los que Estados Unidos pretendía aminorar la difícil situación de desabastecimiento por la que atraviesan los venezolanos.
–Suena el teléfono, dice Tamara Gil.
Así empieza su nota “a bordo del barco con el que la oposición busca cruzar la frontera marítima con ayuda internacional”. Al otro lado “aparece la voz de Leopoldo López, considerado uno de los “presos políticos” más destacados de América Latina”.
“Buscamos que se abra un corredor humanitario, que se rompa el celofán. Eso es lo que se está buscando”, explica López por teléfono al pequeño grupo de prensa invitado al barco, BBC Mundo y la cadena estadounidense Telemundo”.
“Este barco va todo cargado de un trabajo que hicieron los venezolanos que viven en Puerto Rico. Todo el pueblo de Puerto Rico apoyó esa iniciativa y llegaron a recoger esa cantidad de insumos”, explica Darío González, el coordinador de esta ayuda marítima, sobre la carga que transporta el Sueño de Medianoche, que cifra en 300 toneladas”, cuenta la periodista.
“De los tres contenedores a los que tuvo acceso BBC Mundo, alguno está a medio llenar”, agrega.
“Un representante del gobierno de este territorio de Estados Unidos (que prefiere no ser identificado) confirma ese ‘importante rol’ y asegura que se continuará apoyando estos esfuerzos ‘para solidarizarse con el pueblo venezolano’”.
En el Sueño de Medianoche viaja un especialista en seguridad y gestor de emergencias estadounidense designado por el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló.
Su misión: salvaguardar la integridad de todas las personas a bordo y “hacer llegar la ayuda”.
Pero, ¿cómo lograrán esto último? Es una cuestión que no se detalla, explica Tamara.
Bloqueos
El chileno Pedro Santander, director del Observatorio de Comunicación de la Universidad Católica de Valparaíso, Chile, escribió un artículo sobre el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Venezuela desde que el presidente Obama certificó que ese país era una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
Santander separó el bloqueo en cuatro modalidades. “La estrategia es la misma: bloquear política y económicamente a los países disidentes y ocultar mediáticamente el bloqueo, así como sus consecuencias, ante la opinión pública mundial”.
Gracias a lo que califica de “cerco mediático” –la cuarta forma de bloqueo– desaparecen las otras tres, todas de carácter económico. De ese modo, toda la crisis parece responsabilidad de un gobierno incapaz.
Santander resume así su investigación sobre el papel de los medios: “durante 2017, sobre una muestra de 90 medios estadounidenses, se contabilizaron 3.880 noticias negativas sobre Venezuela; es decir, una media de 11 diarias, encabezadas por Bloomberg y el Miami Herald.
“En cuanto a las agencias, Reuters y AFP juntas reúnen el 91% de las noticias negativas. A su vez, el diario El País de España mencionó a Venezuela en 249 de las 365 ediciones del 2017, casi a diario y siempre negativamente. Y si eso parece una exageración, falta un adjetivo adecuado para calificar lo de la cadena alemana Deutsche Welle (DW), que publicó 630 noticias sobre el presidente Maduro; es decir, casi dos diarias, naturalmente casi todas negativas.
Ya hablamos de la cobertura del canal chileno TVN sobre el día de la entrega de los paquetes de suministros.
Las historias de los diarios colombianos sobre cómo llegó Juan Guaidó a Cúcuta son otra versión de cierto tipo de periodismo de ficción. En medio de muchas versiones, al final parece que llegó en helicóptero del gobierno colombiano. Pero es sólo otra versión.
