País

País está desarmado para enfrentar la degradación de sus bosques

Jerarca de Ambiente denuncia “descuido” en mecanismos de monitoreo y control de tala ilegal.

No hubo un solo diputado o diputada de la Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa que reaccionara, siquiera con una pregunta o gesto de cualquier tipo, cuando Carlos Manuel Rodríguez -ministro de Ambiente y Energía- manifestó estar “tremendamente preocupado por la situación forestal” del país.

El funcionario hizo la aseveración en diciembre, durante la primera parte de su comparecencia ante esa instancia.

Consultado al respecto, Rodríguez detalló que el país pasó de tener un problema de deforestación al de degradación de los bosques, lo cual atribuye principalmente a la tala ilegal.

La degradación se da cuando, en lugar de arrasar con un bosque -como sucedió en Crucitas de San Carlos cuando Infinito Gold intentó poner en marcha su mina a cielo abierto con cianuro-, la densidad de árboles que contiene es reducida paulatinamente.

“Por ejemplo, un bosque con cien árboles por hectárea, que en cuestión de cinco años tenemos 80 árboles, en diez años, 60, y ahí vamos bajando; mucho de eso por tala ilegal. Pasamos de tener un problema de deforestación a un problema de degradación del bosque”, detalló.

Recordó que, en efecto, “paramos la deforestación y hoy tenemos el doble de cobertura forestal que hace 30 años” y que “ya el bosque natural no se deforesta, mucho se protegió en parques nacionales y mucho está en áreas privadas que de alguna manera se ha conservado y protegido, pero siempre hay amenazas de actividades legales o ilegales. El que haya actividad de madereo en un bosque con permisos, no quiere decir que la actividad sea ecológicamente apropiada”.

Rodríguez no ocultó su preocupación, pues según dijo cuando concluyó su anterior gestión como Ministro, en el 2006, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), en particular el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), “tenía capacidad importante para hacer supervisión y verificación de los temas forestales. Hicimos una estrategia de tala ilegal, determinamos cuánto era, y la bajamos en un 50% con acciones sencillas y concretas”.

“Desmantelaron todo”

Sin embargo, dijo que al regresar al puesto 12 años después, “no hay nada, desmantelaron todo en el Sinac, toda la información forestal, toda la gestión forestal se despreció. No hay estrategia de tala ilegal, no hay un equipo de tala ilegal, entonces encuentro tala ilegal por todo el país”.  Aclaró que, en su opinión, ese desmantelamiento “no ha sido premeditado, sino por descuido, un descuido tremendo”, pero que hace imposible de cuantificar el problema.

Comentó que encontró aserraderos al viajar a la zona Norte a para revisar la situación en Crucitas y otros temas, “dicen que la madera se cayó con el huracán Otto, o como dice una diputada, que se cayó por mercurio, se cae por un huracán o por una motosierra”. Dijo que en el sector incidieron decretos como el de la patéticamente célebre trocha fronteriza en la tala ilegal y que la Oficina Nacional Forestal comparte su preocupación por el fenómeno.

Relató que al otro lado del país, en Osa, “agarramos un camión con troza de madera para un hotel y la guía dice que esa madera viene de la zona Norte, ¿usted cree que teniendo llena la península de Osa de madera, va a venir un camión doce horas desde la zona Norte? Todo es tala ilegal”.

Rodríguez lamentó que antes el Minae emprendía actividades como controles en carretera, visitas a aserraderos y se hacía un control cruzado de los permisos, pero que al día de hoy ya no se hacen. “Hablo con la gente de la Cámara Forestal y de la Oficina Forestal y están muy preocupados”, acotó.

Henry Picado, presidente de la Federación Ecologista (Fecon), coincidió en apuntar hacia el problema de la tala ilegal, pero criticó al gobierno por mantener en vigencia un decreto para aprovechar la madera de los árboles tumbados por la tormenta Nate.

“Toda esa madera y movimientos de camiones ilegales se hace con la mampara de ese decreto, ya lleva varios años de vigencia y era por una situación de emergencia, ahora no tiene ningún sentido”, subrayó. Añadió que activistas y regidores de cantones como Sarapiquí ya han enviado solicitudes para que se derogue y criticó al ministro Rodríguez por no hacerlo.

Sin embargo, Picado apuntó otro elemento que podría agravar el problema, la exportación de madera a China. Informó que guardaparques del Área de Conservación Guanacaste (ACC) han detectado invasiones en terrenos privados para sacar maderas finas, como cocobolo, “dicen que mucho de ese mercado es impulsado por la exportación de madera a China, la gente da testimonio de una exportación masiva de madera costarricense”.

Una consulta al Portal de Comercio Exterior, del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), comprobó que desde la entrada en vigencia del tratado de libre comercio con China, en el 2011, las exportaciones de las diferentes categorías de madera pasaron de poco más de $1.300.000 en el 2010, a más de $4.820.000 ese año y desde entonces han mantenido un aumento con algunas fluctuaciones. El año de mayor venta maderera a China fue el 2017 con $12.185.190, seguido por el 2018 con $9.948.060.

De nuevo, la piña

Ante consulta directa, Rodríguez reconoció que la expansión piñera “por supuesto que no ayuda”, aunque según dijo se ha desacelerado debido a caída de precios internacionales. Informó que un estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) identificó unas 75 fincas de piña “que se presume cortaron ilegalmente árboles y sacaron madera”.

Recordó que en el contexto de la expansión piñera “se cortaron árboles hasta las orillas de los ríos, sin permisos, y se ocultó la evidencia. No es tan diferente a lo que pasó con la expansión bananera de los años 1991, 1992 y 1993”.

Sin embargo, celebró que la puesta en marcha de una iniciativa llamada el plan único de piña, la cual agrupa a varios ministros, incluido el de Agricultura, bajo una directriz del Presidente, “quiere que pongamos orden”, para “controlar todo este proceso que iba por la libre. Hasta el mismo Ministro de Agricultura dice que es un desastre lo que pasó; ya eso es ganancia, porque antes los ministros de Agricultura estaban felices con esto”.

Al contrario de la desaceleración apuntada por el Ministro, Fecon a través de un comunicado denunció que imágenes satelitales mostraron un aumento de 9.000 hectáreas cultivadas con piña en el 2017, un aumento del 15% respecto del 2016.

Se trata de los resultados que arroja el Monitoreo de Cambio de Uso en Paisajes Productivos (Mocupp) de Costa Rica, elaborado por el Laboratorio Prias del Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat) del Consejo Nacional de Rectores (Conare).

Desde el Cenat confirmaron a Fecon que el área total de cultivos de piña en el país en el 2017 alcanzó las 66.266 hectáreas, de las cuales aproximadamente 1.482 están dentro de áreas silvestres protegidas (ASP).

En su información, Fecon destacó la presencia y aumento de la actividad en el Refugio Corredor Fronterizo Norte, el Refugio de Vida Silvestre Maquenque y Barra del Colorado. El fenómeno ya había sido denunciado por la organización hace un año, cuando las imágenes satelitales mostraron unas 1.112 hectáreas de piña dentro de ASP. Ahora se muestra un aumento de 370 hectáreas en el 2017.

Al respecto, Picado consideró que se trata de “un crecimiento atípico” ese 15% en un año de área sembrada con piña y lo relacionó más bien con apertura de nuevos mercados. Recordó que en 2016 y 2017 empezó la exportación de piña a China, “no es coincidencia el aumento en el área cultivada”. En el mismo portal del Comex se apunta que las exportaciones bajo el rubro “piña” pasaron de cero en el 2016 a $3.152.500 en el 2017, pero el año pasado bajaron a $559 mil.

Picado cuestionó cuáles son los canales de financiamiento de esa expansión y recordó que ya se han publicado casos que relacionan al narcotráfico con la exportación de piña.

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