Deportes Copa del Café se realizó desde el 14 al 19 de enero

Mochizuki y Forbes, los nuevos campeones de la Copa del Café

Tenistas costarricenses fuera desde las primeras rondas principales

Los tenistas Shintaro Mochizuki, en masculino, y Abigail Forbes, en femenino, fueron los nuevos campeones de la Copa del Café 2019, realizada en su integridad en el Costa Rica Country Club.

El japonés Mochizuki superó al estadounidense Martin Damm 6-3, 3-6 y 6-3 en la gran final, y confirmó de principio a fin por qué había llegado como el primer sembrado.

Por su parte, Forbes, de Estados Unidos, le ganó a la canadiense Melodie Collard por 7-5, 4-6 y 6-2 el partido final de su rama.

En las categorías de dobles, el mejor dúo femenino fue el de Michaela Kladekova y Shavit Kimchi, de Eslovaquia e Israel respectivamente, quienes le ganaron la final a las estadounidenses Hibba Shaikh y Jenna Defalco con tanteador de 6-4 y 6-1.

Mochizuki también se dejó el título en dobles masculino, junto con el estadounidense Spencer Whitaker, luego de superar a Damm y a William Grant por 6-3, 4-6 y 10-7.

Tenistas nacionales: mal en sencillos, históricos en dobles

El tenis nacional demostró seguir en términos generales muy por debajo del internacional, por más que algunos hayan mostrado ciertos destellos de competitividad y hayan tratado de jugarle sin complejos a los extranjeros, especialmente los grandes favoritos.

Gran parte de quienes llegaron a la ronda principal se lo deben sobre todo a los comodines que reservó la organización, porque en la cancha pudieron hacer muy poco, y uno tras otro todos fueron eliminados desde la primera ronda.

Sin embargo, hubo algunos que dejaron una impresión muy buena y hasta memorable, de que con mejores condiciones para ser profesionales, si así lo desearan, podrían llegar muy lejos en un deporte que a Costa Rica y el resto de Centroamérica que ha dado pocos réditos internacionales.

Uno de los destacados fue Christian Winstead, quien en su enfrentamiento ante el español Alex Martínez estuvo muy cerca de avanzar tras haberse impuesto 7-6 el primer parcial y haberle complicado el juego al ibérico al máximo, aunque este finalmente avanzó con un doble 4-6.

También Julián Lozano hizo lo suyo y complicó al máximo al estadounidense Milledge Cossu, pues, aunque el norteamericano se dejó el primer set 4-6, Lozano respondió en el segundo 7-6 y llevó al partido al tercer y definitivo set. Pero, para infortunio del costarricense, Cossu recuperó el nivel y la fortaleza física y mental, y liquidó el partido en solo seis “juegos”.

Finalmente, el mejor sembrado nacional, Rodrigo Crespo, tampoco desentonó contra el también estadounidense Hunter Heck, e incluso venció en el primer parcial 6-3. Pero luego Heck remontó con un 1-6 y un 6-7.

No obstante, a los otros tres hombres y a las nueve mujeres que llegaron a esta ronda, ya sea por wild card o comodines reservados para tenistas nacionales o ser perdedores afortunados, los despacharon en apenas dos parciales, algunos ganando más “juegos” que otros.

Pero, a pesar de que ninguno de los 15 tenistas de ambos sexos consiguió avanzar de primera ronda en sencillos, tres lo lograron en dobles: Crespo, Winstead y Felipe Cruz.

Crespo hizo dúo con Cossu y se deshizo de los sétimos sembrados Alexander Bernard y Dali Blanch, de Estados Unidos, al ganarles 4-6, 6-3 y 13-11. Por su parte, Winstead y Cruz conformaron otro tándem que se deshizo en fila de los canadienses Aidan Mayo y Alexandre Leblanc con un 7-6, 2-6 y 10-4, de Crespo y Cossu (0-6, 7-5 y 11-9) y del sueco Lancelot Carnello con el mexicano Alan Magadán (6-4, 1-6 y 10-7) para llegar a las semifinales y hacer historia al convertirse en la primer pareja totalmente nacional en más de 30 años en llegar a esta instancia desde Kenneth Thome y Jan Holtermann en 1985.

Únicamente Mochizuki y Whitaker pudieron frenar el histórico papel del dúo nacional al ganarles 1-6 y 4-6, aunque venían con la característica de ser el octavo tándem mejor sembrado y el primero y único en esa condición contra el cual jugarían Winstead y Cruz, lo cual no opaca de ninguna manera su hazaña.

La última vez que un tenista costarricense entró en la semifinal de dobles, aunque fuera con compañeros extranjeros, se dio en 2001, cuando Julia Roca llegó a esta instancia en compañía de Feriel Esseghir, de Argelia, como la mejor participación costarricense en la rama femenina de la historia. Sus verdugos en aquel entonces fueron Matea Mezak, de Croacia, y Allison Baker, de Estados Unidos.

De todos modos, el listón más alto para un tenista nacional en dobles sigue estando en manos de Juan Antonio Marín, quien ganó la categoría en 1992 y 1993, ambas con un extranjero a su lado: primero fue el estadounidense Adam Gusky y luego el sudafricano Jason Weir-Smith.

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