Opinión

Merecido reconocimiento a un destacado científico

El pasado 7 de marzo, en una sencilla pero significativa ceremonia, celebrada en su casa de habitación, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional hizo entrega del título de Doctor Honoris Causa al Dr. Rodrigo Zeledón Araya.

El pasado 7 de marzo, en una sencilla pero significativa ceremonia, celebrada en su casa de habitación, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional hizo entrega del título de Doctor Honoris Causa al Dr. Rodrigo Zeledón Araya. Es el máximo reconocimiento académico que las universidades otorgan a personas que han hecho contribuciones sobresalientes a la ciencia y la cultura.

Fueron dos los aspectos más sobresalientes del quehacer del Dr. Zeledón destacados por las autoridades de la UNA, su Rector, Dr. Alberto Salom, y el Presidente del Consejo Universitario, Dr. José Carlos Chinchilla. El primero, su labor de investigación en la parasitología humana, en enfermedades que afectan a sectores más pobres de la población en los trópicos americanos.

El segundo, sus aportes al desarrollo científico y tecnológico del país. Su prolongada carrera científica se inició en la Escuela de Microbiología de la Universidad de Costa Rica y continuó en la Escuela de Ciencias Veterinarias de la UNA. En ellas estudió las causas y los efectos en dos enfermedades tropicales de gran importancia humana: la tripanosomiasis (mal de Chagas) y la leishmaniasis (papalomoyo).

En la tripanosomiasis, el insecto vector (transmisor del parásito) es un chinche chupa sangre, común en viviendas muy pobres. En la leishmaniasis, el vector es un mosquito (flebótomo) que vive en las costas. Sus trabajos lograron esclarecer diversos aspectos de la interacción entre el parásito, su insecto vector y el hospedero humano, un conocimiento fundamental en el combate de enfermedades.

La calidad de sus investigaciones le permitió publicar y divulgar su conocimiento en prestigiosas revistas científicas, libros y conferencias internacionales, siempre a los niveles más reconocidos por su excelencia. Igualmente, abordó muchos otros temas científicos en la prensa nacional, contribuyendo también a la divulgación y popularización de la ciencia. Fungió como asesor científico en entidades como la Oficina Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Lideró la iniciativa que cristalizó con la creación del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit), en 1972, presidiendo su Junta Directiva por varios años. Con el Conicit se abrió, por primera vez en el país, la oportunidad de obtener fondos competitivos para financiar, entre otros, proyectos de investigación, organizar grupos científicos, obtener becas para estudios de posgrado, o realizar y participar en congresos científicos.

No satisfecho con el limitado presupuesto gubernamental asignado al Conicit y su relevancia política, el Dr. Zeledón promovió el establecimiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología, ocupando la posición de ministro en el período 1986-1990. Esto contribuyó, naturalmente, a que la ciencia y la tecnología subieran un escalón en el grado de importancia que a nivel político-gubernamental ocupaban.

Fue también promotor en la creación de la Academia Nacional de Ciencias de Costa Rica, en la cual fue posteriormente electo como miembro.

Nunca se dio por satisfecho con el grado de relevancia alcanzado por la ciencia y la tecnología reflejado en los presupuestos nacionales. El gasto nacional en este rubro sigue estando muy por debajo de lo esperado para un país de desarrollo medio como el nuestro, según entidades internacionales como la ONU.

El Dr. Zeledón, un hombre sencillo, culto y honesto; esposo, padre y abuelo dedicado, dio lo mejor de sí mismo por su país hasta donde su edad y su salud se lo han permitido.

Quienes nos hemos ocupado de asuntos de la ciencia y la tecnología y hemos tenido el privilegio de conocerlo y colaborar con él en algunos de sus esfuerzos, no podemos menos que festejar el merecido homenaje que la UNA le hace a este eminente científico, escritor e incansable luchador costarricense.

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