El proyecto de ley 20.292, que abre las puertas para que las empresas comercializadoras de bebidas alcohólicas patrocinen el deporte costarricense, quedó archivado y pierde su primera batalla, pues momento está en el olvido en un debate que parte radicalmente las aguas en dos.
Este proyecto fue propuesto por quienes fueran diputados durante el período de 2014-2018, Otto Claudio Guevara Guth, Natalia Díaz Quintana y José Alberto Alfaro Jiménez.
Hasta ahora no se ha discutido este tema desde que fue enviado a la Asamblea Legislativa el 26 de junio de 2017, pero el legislador Erick Rodríguez ya anuncia el rescate de esta iniciativa con la presentación de un nuevo texto o al retomar el proyecto de Guevara, lo cual estaba por definir al cierre de esta edición.
Para eso Juan Carlos Rojas, Presidente del Club Deportivo Saprissa, sostendrá una reunión con Guevara a fin de definir los elementos que incluirá en la iniciativa.
Las voces críticas no bajan la guardia y alertan con argumentos en mano sobre el riesgo de que con una ley de este tipo lo único que se podrá ver es más violencia en los estadios y mayor consumo de licor entre los adolescentes y jóvenes.
Proyecto no generó interés
Guevara, proponente de la idea, dijo que su objetivo principal era facilitar el patrocinio de empresas distribuidoras de bebidas alcohólicas a deportistas, con las regulaciones que al respecto pudiera dictar el Ministerio de Salud.
Sin embargo, nunca percibió interés en llevarlo al plenario ni a los restantes 54 congresistas que le acompañaron en la legislatura 2014-2018, ni a los actuales.
“Este proyecto nunca tuvo los suficientes diputados que lo respaldaron. Cada año se pasan los proyectos a archivo para su discusión antes de que los cuatro años del proyecto caduquen, y a esta generación de diputados actuales no le ha generado el menor interés llevar el proyecto a discusión en el plenario”.
Previo a presentar la propuesta, Guevara dialogó con varios deportistas y dirigentes de diferentes disciplinas, quienes le manifestaron su anuencia a los patrocinios de empresas que comercializan o producen bebidas alcohólicas para tener mejores condiciones competitivas tanto para el ámbito nacional como internacional.
“Teníamos apoyo de la Federación Costarricense de Fútbol, conversé con don Juan Carlos Rojas, presidente del Deportivo Saprissa, con Hannah Gabriels. Conozco muchas historias de deportistas de disciplinas alternativas; lo que se quería era abrir las puertas para que empresas comercializadoras y productoras de bebidas alcohólicas pudieran patrocinarlos, publicitarse en gimnasios, publicitarse en partidos, en peleas, entre otros”.
Para sustentar su proyecto, en el texto de la ley esgrimió motivos como la inexistencia de la causa-efecto entre patrocinio y excesos; ya que en otros países del mundo las marcas cerveceras y de otras bebidas etílicas patrocinan uniformes, equipos, eventos y atletas deportivos de cualquier disciplina, sin que por ello se haya incrementado los disturbios públicos, el consumo del licor en deportistas y aficionados, ni inducido en menores de edad.
Otros dos argumentos que defiende se resumen en que las leyes nacionales son inaplicables para equipos y deportistas extranjeros, cuando vienen con todas sus indumentarias de origen; y la ineficacia de la restricción como medida para proteger a las personas menores de edad, pues igual la observan en otro tipo de eventos como las fiestas de Zapote o Palmares y en conciertos, sin importar si es en el lugar o a través de la televisión.
En contra
Sin embargo, existen voces completamente en contra de que tan siquiera se valore el levantar esta prohibición existente en la ley 9047 sobre control y regularización de la publicidad de bebidas alcohólicas. En la actualidad el publicitar estas bebidas en gimnasios y estadios, mientras haya actividades deportivas, se sanciona con un monto económico que oscila entre 10 y 30 días multa.
Luis Eduardo Sandí, director del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), considera que la publicidad de bebidas alcohólicas para financiar el deporte en realidad trae más perjuicios que los beneficios económicos prometidos.
“Lo que hay que tener claro es que en el consumo de drogas en Costa Rica el alcohol va en el primer lugar; es la primera causa de muerte en personas de 13 a 35 años, la primera causa en suicidios, violencia doméstica y accidentes de tránsito. (…) Me parece que el deporte, el ejercicio, la cultura y la música son valores que deben permanecer purificados y no deben ser contaminados por esto”.
Lo importante es que la evidencia científica ha demostrado que hay un interés lucrativo por parte de las empresas, las cuales no están pensando desde una perspectiva de salud pública, opinió Sandí.
“Vengo llegando de una reunión de México con compañías productoras y comercializadoras de alcohol, y gente de salud pública y ellos están conscientes de los problemas de salud que experimentan ahora adolescentes, mujeres, mujeres embarazadas, gente de calle y de alto riesgo. Entonces tenemos que sentarnos con las empresas para ver cómo reducimos el impacto”.
Ya hay episodios de violencia en los estadios y recintos deportivos, aún con la prohibición de consumo y publicidad de bebidas alcohólicas, por lo que en su opinión, se agravaría si se levantan las actuales prohibiciones.
Detrás de estos proyectos hay mucho interés económico y político en las empresas productoras y comercializadoras de bebidas alcohólicas, las cuales, explicó, consiguieron que dependencias del instituto como la Oficina de Control de Publicidad de bebidas alcohólicas y tabaco, pasó a poder del Ministerio de Salud en el 2012. En su opinión, ese ministerio tiene parámetros más políticos que técnicos para poder regular la publicidad.
Sin embargo, pese a su oposición a que las marcas de bebidas alcohólicas se publiciten en actividades deportivas, uniformes y recintos destinados para estos fines, estima positivo que puedan financiar el deporte tanto competitivo como recreativo a través de impuestos, puesto que su venta en supermercados, bares, licoreras, restaurantes y tiendas de conveniencia es legal a personas mayores de 18 años.
“Creo que las compañías pueden invertir en esto, porque siempre hay alcohol, pero bueno, cómo hacerlo para que genere el menor daño posible. Las empresas están conscientes de esto y tenemos que sentarnos a ver. Me parece que un impuesto de un colón, tres colones, donde aquí se consumen millones de cervezas, significaría una inversión enorme para mejorar y construir gimnasios, polideportivos, estadios y programas de salud integrales. Pero esos acercamientos le toca a la actual junta directiva”.
