Ahora sí está formalmente lista la composición de la delegación costarricense que asistirá a los juegos continentales de Lima, los cuales se harán en dos distintos tractos: los Panamericanos, para atletas convencionales, con 84 deportistas, del 24 de julio al 11 de agosto; y los Parapanamericanos, con atletas con algún grado de discapacidad física o cognitiva visible, con 40 deportistas, entre el 23 de agosto y el 1° de setiembre.
Quienes asistirán ahora en julio a las justas peruanas irán a competir en un total de 28 disciplinas deportivas; la gran mayoría está en la disciplina del fútbol femenino, con un total de 18 jugadoras. Por eso, en esta ocasión asistirá una mayoría femenina de 44 deportistas femeninas contra 40 hombres.
Nombres como los de las hermanas Noelia y Andrea Vargas en el atletismo, Milagro Mena en el ciclismo, Kenneth Tencio en el BMX, Katherine Alvarado y Heiner Oviedo en el taekwondo, o Noe Mar McGonagle en el surf son algunos de los que se verán en las justas peruanas en julio. Ellos tratarán de bregar por traerse alguna presea, o mejor aún, ganarse desde territorio peruano su boleto a Japón el año entrante.
Posteriormente, a finales de agosto, sería el turno de ver, por ejemplo, al paratleta Sherman Güity, la paranadadora Camila Haase, el paratenista José Pablo Gil o el parataekwondista Andrés Molina.
Durante el acto de juramentación que se realizó en el Comité Olímpico Nacional se designó como abanderados para los Panamericanos a la futbolista Shirley Cruz y para los Parapanamericanos, precisamente a Sherman Güity.
Tras su designación, ninguno de los dos salía de su asombro. “Creo que la mayoría me conoce y espero que mi historia los motive a dar todo en Lima, que yo también voy a hacerlo. Hemos trabajado mucho por esto, vamos con todo”, dijo el paratleta caribeño.
“No me lo esperaba, (…) hoy entrenamos a las 5 am, disculpas, venimos un poquito cansadas, y la verdad que no sabía, venía a juramentarme igual que todos. Y bueno, la verdad que para mí es un orgullo, muy pocas veces he tenido la oportunidad de venir a una juramentación, así que espero hacerlo de la mejor manera, porque para eso madrugamos, para eso trabajamos, así que desearles muchos éxitos a todos”, fueron las primeras palabras de Cruz.
Posteriormente, ambos atendieron por aparte a los diferentes medios de prensa que los estaban esperando, donde amplificaron acerca de su proceso de preparación y sus expectativas. “Me están reconociendo el esfuerzo (con el abanderamiento) y espero un oro en Lima para luego prepararme para los Paralímpicos”, explicó Güity. Al consultarle sus ventajas, él considera que el conocer la pista y las condiciones, así como un mejor manejo de su prótesis, le puede ayudar para lograr su objetivo.
Por otra parte, la capitana de la selección de fútbol femenina prefirió centrarse en disfrutar la designación ahora que es su último proceso olímpico en vez de lamentarse por el mundial fallido o por no haber podido estar en juramentaciones anteriores hasta ahora. “Son cosas muy diferentes, ahorita estoy viviendo mi presente que me designaron como la privilegiada abanderada, estoy feliz, contenta y con la mente clara de que quiero ir por una medalla. Eso es lo más importante”.
Surf femenino, el gran ausente
Por otro lado, dentro de lo negativo está la ausencia de la delegación de surf femenino. Pese a que Leliani McGonagle y Brissa Hennessy ganaron su boleto para Lima, tuvieron que sacrificarlo para intentar acceder a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por la vía del World Championship Tour (WCT) que contempla varios torneos profesionales alrededor del mundo, con el agravante de que ninguna puede ser sustituida en las justas peruanas. Entre estos torneos están el US Open, que otorga 10.000 puntos, más que cualquier otro torneo.
Noe Mar aseguró que él y su hermana Leliani rompieron en llanto al tener que elegir entre los torneos profesionales o los Panamericanos, y responsabiliza a la International Surfing Association de no preocuparse por evitar el choque entre torneos importantes.
“Yo tuve que dejar mi US Open, y he dejado mi carrera profesional un poco al lado por estos Juegos Panamericanos. No ha sido nada fácil porque toda mi vida, desde mucho antes, pensar en unos Juegos Olímpicos era entrar al WCT; y he tenido que perderme el evento más grande del año, el US Open, por estos Panamericanos. (…) Yo me decidí por ir a ayudar a mi país porque ya no iba a poder ir nadie por mí, si no iba yo iba a ir un campo vacío. Estuvimos luchando para que hubiera un cambio de fecha porque ganando un US Open uno puede garantizarse un WCT”.
Histórico protocolo
La psicóloga del Comité Olímpico Nacional, Wendy Zúñiga, dio a conocer la existencia de un primer protocolo para evitar el acoso sexual. De momento, este rige únicamente durante las justas de Lima, pero su objetivo es que llegue a plasmarse una política nacional.
“Lo que buscamos es una política de atención, sanción y prevención del acoso sexual en el deporte. La primera fase es hacer una reglamentación porque no existe. La segunda fase es una campaña de comunicación con producción de videos y fotos para mostrar qué es el acoso en el deporte y que se dejen de normalizar conductas que no son normales, y la tercera fase es una campaña de educación con pequeños talleres donde le digamos a los atletas ‘esto es acoso’ y a quién puede usted acudir en caso de que esto suceda”.
Al consultarle sobre la gama de sanciones, Zúñiga aseguró que estas oscilan entre una amonestación escrita para faltas leves hasta el retiro de las credenciales y devolución al país en faltas muy graves. “El Comité Disciplinario evalúa la situación, revisa con el abogado, y si clasifica como algo leve se le hace amonestación escrita, y si es algo muy grave se le devuelve a Costa Rica. La parte legal está en proceso. El abogado está trabajando en ella y se procura que las federaciones que no cuentan con este reglamento lo implementen en sus eventos”.