País

Cantautor y profesor de UCR Guanacaste señalado por múltiples agresiones sexuales

Mujeres denuncian al docente Olman Briceño Zamora por acoso, tocamientos e insinuaciones sexuales. Una de ellas lo acusa de violación. El profesor niega todo y asegura que se trata de “venganzas y revanchismos”
  • Mujeres denuncian al docente Olman Briceño Zamora por acoso, tocamientos e insinuaciones sexuales. Una de ellas lo acusa de violación. El profesor niega todo y asegura que se trata de “venganzas y revanchismos”.

*Algunos de los relatos en este reportaje pueden resultar perturbadores para algunas personas y pueden afectar a otras que han vivido situaciones similares. Se recomienda leer con discreción*.

Un conocido cantautor y profesor de la Universidad de Costa Rica (Sede de Guanacaste) es señalado por un grupo de mujeres por supuestos actos de agresión sexual.

Se trata de Olman Briceño Zamora, profesor de Psicología en esa sede universitaria y exlíder de Guanared, un espacio cultural que funciona como plataforma para artistas de esa provincia.

Estudiantes molestos con el profesor colocaron carteles en su vehículo, en protesta por supuestos comportamientos indebidos.

En los últimos días, Briceño recibió reproches de parte de la comunidad estudiantil. Su vehículo fue empapelado con rótulos de “no sos aliado, sos un macho disfrazado” y otros reclamos en donde se le pide la renuncia.

UNIVERSIDAD y La Voz de Guanacaste tuvieron acceso al testimonio de una veintena de personas, entre ellas supuestas víctimas, testigos y familiares, así como de allegados de Briceño.

En medio de estas investigaciones, el profesor universitario borró sus cuentas personales en Facebook y Twitter, en donde publicaba con regularidad sus opiniones sobre asuntos políticos. En algunos tuits hizo ver su posición en favor de supuestas víctimas de violencia sexual y reflexionó sobre actitudes machistas.

Las denunciantes coinciden en que Briceño abusó de su posición de poder, primero como organizador y exlíder de Guanared, y en los últimos años como profesor universitario.

En total, unas siete mujeres afirmaron haber sufrido agresiones sexuales de parte de Briceño entre 2008 y 2016. Dos de ellas aseguraron que el acoso se dio cuando eran menores de edad. Ninguna presentó denuncias a nivel penal.

Lea también: Las respuestas al “por qué no denunciaron antes” y otras dudas sobre violencia sexual

En una conversación que se dio el pasado martes 19 de noviembre, afuera del aula 7 de la sede de Guanacaste, Briceño dijo rechazar “categóricamente” las acusaciones en su contra y que esto más bien se trata de “venganzas y revanchismo”.

“Hay revanchas que surgen, animosidades. A pesar de que hay movimientos justificados para enfrentar ese tipo de situaciones, también aparecen personas que toman asuntos personales. Son difamaciones y venganzas personales. No puedo dar declaraciones”, dijo.

Denuncia por violación

Una mujer guanacasteca a quien llamaremos Paulina (nombre ficticio para proteger identidad) afirma que el cantautor la violó en 2009, cuando ella colaboraba en Guanared.

Según relata la joven, le ha tomado mucho tiempo reunir el coraje para contar su historia. Prefiere mantener su identidad protegida porque asegura que “le rompería el corazón a su madre”, a quien nunca le ha contado lo que le pasó. Afirma que apenas supo de las acusaciones contra Óscar Arias sintió que debía hacer lo mismo.

Paulina entró a la Guanared cuando tenía 19 años, en 2008. En ese grupo se organizaban talleres de poesía, conciertos y actividades culturales para que los artistas de la comunidad se pudieran mostrar.

Conforme avanzaba el tiempo, se convirtió en la mano derecha de Briceño. Él tenía 26 años en aquel entonces, dos de haberse casado con una nicoyana.

Olman Briceño fue uno de los líderes de la Guanared, una plataforma cultural para artistas de la provincia. Foto tomada de su página de Facebook.

“Él era muy simpático, nos trataba en ese juego de que éramos jóvenes. Él me decía lo importante que yo era para la red. Era mi sensei, yo lo admiraba. Me decía ‘necesito de tu energía, sos como un jaguar’, decía que yo era la protectora de la energía”, describió Paulina.

La joven guanacasteca escribía poesías y se las mostraba para que él le diera su opinión.

Cuando Paulina comenzó su primera relación de noviazgo con otro integrante de la red, afirma, Olman Briceño le comenzó a hablar de “amor libre”, un concepto que otras mujeres subrayan como parte de un discurso que utiliza para acercarse a ellas.

“Me decía que las relaciones eran libres y que yo podía experimentar con otros maes. Me decía que nosotros éramos amigos y que nos amábamos mucho. Hasta el momento no había acercamiento físico. Me preguntaba que si ya estaba teniendo sexo con mi novio y que si me gustaba esto y lo otro. Me incomodaba porque apenas estaba experimentando el rollo sexual”, agregó.

Paulina relata que un día se quedó a solas en la casa de él, trabajando en una oficina pequeña que los miembros de Guanared utilizaban como centro de operaciones. En el otro lado estaban Briceño, su ahora exesposa y su hijo.

“La esposa salió a hacer algo y se llevó al chiquito. En el momento que salió, él entró súper rápido a la oficinita y me dijo ‘vení, vení’, y me agarró del brazo y me llevó al otro cuarto. Me dijo, “hínquese”, yo me hinqué”, recordó.

Asegura que en ese momento, en medio de su premura, la puso a hacerle sexo oral. “Me dijo, vamos, vamos, rápido. Ahí ya quedé desconectada”, añadió.

Luego de esto recuerda que la acostó, le quitó la ropa interior, se puso un condón y la penetró.

“Yo no hice nada, me quedé ahí. Yo estaba así como un vegetal, ni siquiera estaba moviendo nada. Yo nada más estaba como callada, viviendo eso. El mae terminó, inmediatamente, se levantó y me pidió que me pusiera rápido la ropa porque la esposa iba a llegar en cualquier momento”.

“Me violaron”

Paulina afirma que entró en un estado de confusión. No sabía cómo describir si lo que vivió fue una violación. Confirma que no hubo uso de la fuerza ni estaba bajo efecto de drogas o alcohol, pero tampoco hubo consentimiento explícito.

“Me preguntaba a mí misma: ¿yo quería? Me sentía culpable y ‘ahuevada’. Me fui para el otro lado a hacer lo que estaba haciendo en la oficina, me quedé ahí. Cuando me regresé yo ya había concluido que me violaron. Pensé: si le digo a mi novio, va a decir que le di vuelta. Si le digo a mi mamá, va a buscar al tipo y lo va a matar”, explicó Paulina.

La mujer relató que le contó a algunas personas lo sucedido. En unos casos se refirió a los hechos diciendo que “Olman intentó sobrepasarse”, sin decir que se trató de una presunta violación.

Unos dos años después Paulina acudió a Fresia Camacho, una exintegrante de la Guanared. Ante consulta de este medio, Camacho confirmó que sostuvo una conversación con Paulina sobre estos hechos.

“Recibí una denuncia por parte de ella. En este momento yo no me acuerdo los detalles, pero sí me acuerdo que en ese momento Olman tenía un discurso de amor libre, se acercaba a las mujeres jóvenes y muchas veces a mujeres muy inocentes. Las iba enredando en una telaraña y en ese caso ella me dijo que él había tenido un abuso con ella, pero mi memoria no me da y no me acuerdo si me dijo que la había violado”, relata la exlíder de Guanared, quien agregó que hace tan solo unos meses Paulina la volvió a contactar vía Facebook para detallar los acontecimientos.

“Ella me mandó este texto de lo que significó para ella toda esta experiencia, una nota en Facebook donde detalla cómo fue la violación. Cuando sea el caso legal, yo le dije a ella, si hay que ir a dar testimonios yo voy a ir a respaldarla, porque yo sí sabía de varios casos en los que Olman tenía comportamientos indebidos, conductas impropias con muchachas jóvenes, y con aproximaciones sexuales e incluso con muchachas menores de edad”, agregó Camacho.

Esteban Alfaro fue otra de las personas a las que Paulina afirmó haberle contado su historia. Él confirmó esa afirmación.

“Recibí testimonios de por lo menos cuatro amigas contándome situaciones tensas de interrelacionamiento personal, donde ellas se resistían y Olman insistía. Guanared no solo estaba llena de menores de edad, sino de personas subordinadas a otras personas que representaban gurús de la gestión cultural”, explicó Alfaro.

Paulina asegura que también le contó la historia a su exnovio, sin detallar que se trató de una violación. “Le conté que Olman se había querido sobrepasar conmigo, que me dijo que cogiéramos; él se molestó con Olman y dejó de hablarle”.

Fue hasta hace dos años que le contó la historia completa. “Ella me contó que tuvieron una situación de sexo oral que no logro entender, me es difícil colocarme en la situación de ella. Más que todo era una cuestión sin autorización. Me contó casi todo, estaba súper afectada”, dijo el exnovio (identidad protegida), quien afirmó que en aquel momento Paulina solo hablaba en términos de acercamientos y coqueteos inapropiados de parte de Olman.

De hecho, el esposo actual de Paulina conoció la historia a inicios de este año.

“Vimos el caso de Óscar Arias en la tele. Ella se puso muy triste y me contó que había sido víctima de violación por parte de un profesor. No pregunté muchos detalles, dijo que tuvo que ir a la casa del profesor y que no pudo contra la fuerza de él”, relató.

Allegados de Olman Briceño confirmaron algunos detalles del relato de Paulina. Por ejemplo, la exesposa Violeta Vásquez Vargas aseguró que varias integrantes de la Guanared visitaron su casa y que estaba consciente de una relación de amistad entre Paulina y Olman por asuntos de la Guanared. También confirmó la existencia de un cuarto con una computadora que se utilizaba para realizar trabajos.

Pese a esto, Violeta no recuerda algún momento en el que Briceño quedara a solas con alguna de las muchachas de la Guanared.

“No recuerdo, yo trabajo y salía por horarios. Me iba en la mañana y regresaba hasta en la tarde-noche. Cuando yo estuve siempre trataban de ir varios, quizás por respeto a mí. Nunca me gustaba que solo viniera una, eso durante el tiempo que estuvo conmigo”, dijo.

Vásquez afirmó estar sorprendida sobre las acusaciones en contra de Briceño, ya que alega no saber nada al respecto. “Siempre fuimos él y yo, no sé si hubo alguien más. Siempre le dije: somos usted y yo, y nadie más”, agregó.

Paulina afirma que también le contó la historia a Walter Morera una vez en un bus. Morera acompañaba a Briceño en presentaciones musicales y es uno de sus mejores amigos. “Recuerdo que estuvimos hablando de algo así, no recuerdo que fuera algo tan grueso como una violación. Me preocupa. Ella me cuenta una cuestión, yo cuando conversé con ella no lo tomé como si fuera una cuestión de violación, sino como algo que sucedió entre ellos”, dijo Morera.

Otro de los líderes de Guanared y amigos personales de Briceño, Luis Fernando Barrantes, afirmó que tuvo una operación en la cabeza hace unos años y no recuerda muchas cosas que sucedieron en aquellas épocas.

Tocamientos

Una mujer de apellido Méndez afirma que recibió tocamientos inapropiados de parte de Briceño entre 2008 y 2009. Alega que nunca denunció a nivel penal porque “no tenía peso legal”.

La exintegrante de Guanared, hoy con 29 años de edad, recuerda que se le abrió una oportunidad para escribir un artículo sobre las peñas culturales y que Briceño le pidió que fuera a la casa de él para revisarlo.

“Olman me dijo que llegara a su casa para revisarlo. La esposa y el hijo estaban en la cocina, yo estaba en la oficina de él. Me empezó a hablar de otras cosas, me decía “ah sí, yo sé todo lo que pasa en la Guanared”.

“Empezó a tocarme la pierna e intentó seguir subiendo, llegó hasta la ingle, yo me quedé en shock, la esposa estaba ahí, no pude racionalizar nada, yo solo pensaba en la esposa. Nada más me levanté, fue súper incómoda”.

Menores de edad

Guanared también recibía a menores de edad que se involucraron en la organización de eventos culturales. Ese es el caso de Andrea (nombre ficticio), quien a sus 16 años se hizo amiga de Briceño.

“Mi amiga Mónica y yo ayudamos a organizar las peñas de Liberia, teníamos mucho contacto con él. Olman nos dio un taller de poesía a varias personas de Liberia, yo lo veía como a un hermano mayor, como un mentor”.

Andrea, hoy de 27 años, afirma que un día estaba hablando con Olman a través de una computadora que le compró su madre. “Estaba hablando con el mae por mensajes, algo súper equis y de repente me mandó una foto de su pene; entonces me asusté mucho. Básicamente corté contacto con él, pero sí fue un episodio muy difícil y confuso. Ya cuando hablé con mi amiga Mónica decidí cortar mi contacto con él”, relató.

Andrea afirma que después le contó la situación a otras integrantes de la Guanared. Según relata, ahí se dio cuenta de que las mujeres acosadas eran más y que los comportamientos de Briceño eran de conocimiento público. “La gente no quería que las hermanitas se metieran a Guanared porque tenían miedo de que Olman intentara acosarlas”, agregó.

Andrea afirma no tener pruebas de la imagen que recibió, pero su amiga Mónica guarda una conversación que sostuvieron en septiembre de 2011, unos tres años después del incidente.

“Recuerdo que se ponía celoso si Andrea salía con alguien más. No me acuerdo si ella me lo contó por teléfono. Me contó que el mae le había mandado fotos de su pene y que le había dicho varas inapropiadas, como insinuándole que tuvieran relaciones sexuales, sabiendo que Andrea era menor de edad”, dijo Mónica.

Insultos

Otra exintegrante de la red afirma haber sido acosada por Briceño. Se trata de Marcela (nombre ficticio), una joven que conoció al cantante en un evento de Guanared en Tibás entre 2010 y 2011, según recuerda.

“Me empezó a escribir por Facebook, yo no le vi nada malo. Empezó a invitarme a salir, yo lo rechacé, le dije que estaba confundiendo las cosas. Se puso súper malcriado. Me dijo, ‘¿pero por qué te hacés la rogada si sos una zorra?’ Me amenazó con sacarme de la red y dijo que iba a inventar cosas con la gente de la red en Cartago”, dijo Marcela.

Después de esto, la joven afirma que trató de mantener distancia con Briceño, pero que en una actividad se le acercó para intentar algo más. “Se me acercó horrible, me dijo que dejara de comportarme como una cualquiera, que le diera una oportunidad”, agregó. “Él se alteró, no gritó, pero se alteró un montón, me metí adentro y me decía ‘ni que te fuera a violar’, y decía que conocía a mi prima”.

Después del incidente, la joven dejó de asistir a las reuniones de Guanared y reconoce que días después recibió más mensajes de Briceño, a quien posteriormente bloqueó de sus redes sociales.

Compañeros

La psicóloga Peggy Quesada conoció a Briceño entre 2003 y 2007, cuando ambos cursaban la carrera de Psicología. Cuenta que compartió espacios con él en la “Psicología de liberación”, una especie de plataforma política de psicología comunitaria.

Quesada menciona que en una actividad cultural le ofrecieron a Briceño quedarse en la casa, ya que el último bus había partido, como un acto de solidaridad. “Mi compañera de casa le ofreció meter la colchoneta en su cuarto, por el frío que hacía en la madrugada. Al día siguiente, mi amiga salió de su cuarto y estaba súper alterada, llorando, me dijo que Olman se le subió en la cama, y que cuando despertó lo tenía encima y empezó a tocarla. Ella le dijo que se bajara, quedó paralizada, no pudo gritar ni decir nada. El “carebarro” se hizo que estaba medio dormido, se bajó y siguió durmiendo en la colchoneta. Ella no pudo dormir el resto de la noche”, dijo.

Quesada afirmó que junto al otro compañero echó a Briceño de la casa. “Ese mismo día en la tarde empezó a hablar de mí en el comedor de la U. Decía ‘¡qué pereza con las maes locas!’. Empecé a hacer un escándalo en media fila y le dije ‘todos sabemos que sos un acosador’. Él se descompensó, no estaba acostumbrado a que lo confrontaran, él huyó”, describió.

Expulsión

Tras conocer de los comportamientos de acoso de Briceño, la dirigencia de Guanared le comunicó al artista “la suspensión de su participación en espacios presenciales y virtuales, así como en actividades de la red mientras hasta que esta situación se esclarezca”.

Así consta en una carta enviada el pasado 21 de octubre de 2019, a la que Briceño contestó: “Existen publicaciones anónimas difamatorias realizadas en un contexto muy convulso dentro de la Sede de Guanacaste de la UCR. La misma atraviesa momentos de cambios estructurales fuertes. Por otra parte actualmente solo soy un colaborador independiente en la red, hace mucho no hago declaraciones en nombre de esta, solo cuando hago referencia al trabajo realizado hace algunos años. No hacer suposiciones es un acuerdo tolteca compañeros/as, ruego lo tengan en cuenta”.

 

*Si usted tiene información de este u otros casos de violencia sexual puede brindar información al correo [email protected]. Se respeta la confidencialidad de la fuente*

Suscríbase al boletín

Ir al contenido